27 noviembre, 2006

CAPÍTULO 2

PARTIDOS Y LÍDERES POLÍTICOS BAJO INFLUENCIA
Las empresas sectarias surgieron en la década de 1970. Hoy en día la mayoría de ellas son transnacionales. Nos topamos con características copiadas a las multinacionales pero usadas con fines mafiosos tanto en las empresas que dependen de la Cienciología a través de WISE, como en los bienes raíces o las empresas de los Testigos de Jehová o en las colectas de fondos africanos de la AMORC.
Como en el caso de la mafia hay pues una construcción piramidal, estructuras de red, empresas fantasma, a menudo también recursos acumulados en bancos de paraísos fiscales. Ya se sospecha que esos mismos bancos, de nacionalidad luxemburguesa o suiza, blanquean dinero de la droga, del tráfico de armas, de grupos terroristas. Por esa razón, podrían salir próximamente a la luz los vínculos entre diversos sectores mafiosos y los movimientos sectarios. Hoy en día, no se dispone de suficiente información para probar la existencia de esos vínculos. Tras los acontecimientos del 11 de septiembre, las operaciones llevadas a cabo contra movimientos islamistas permitieron que Alemania confirmara esas alianzas sobre territorio alemán, gracias a sus servicios de inteligencia.
La movilidad de sus capitales, la deslocalización potencial casi inmediata de sus estructuras europeas, la seguridad garantizada de sus sedes sociales en Estados Unidos o en Asia permite que las sectas se hayan adaptado especialmente bien a panorama emergente de la globalización, en el que la rapidez y la opacidad de montones de estructuras es un factor clave para logra deslizarse dentro de este nuevo modelo de organización económica.
Gracias a las conexiones que han logrado establecer a través de redes de influencia económica, intercambio de favores y discretas ayudas, las sectas se van convirtiendo en todas partes en lobbies ineludibles. En Estados Unidos, el lobbying está en marcha, y el peso de la Cienciología, en particular, es evidente, incluso en las instancias internacionales, como la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa). En otros países, el lobbying mantiene quizás una apariencia más discreta sin ser por eso menos eficaz. La Cienciología se ha filtrado en el torno de Vladimir Putin: ¿consejos económicos o políticos? Cuando su influencia se hizo demasiado flagrante se le exigió mayor discreción.
El lobbying más peligroso es el que se lleva a cabo en los países menos desarrollados. Albania entera, por ejemplo, estuvo a punto de pasar por el aro de la Cienciología, que le prometía financiaciones y la reconstrucción del sistema educativo, desde parvularios hasta la universidad. La propuesta incluía la formación de cuadros políticos. Habían ministros implicados en ese contrato, que afortunadamente no llegó a ver la luz.
El peor peligro de infiltración proviene de los rock states, Estados minúsculos y a menudo insulares sin verdaderos recursos pero con derecho a voto en las Naciones Unidas. Aproximarse a ellos puede significar una oportunidad clave para obtener una representación oficial y avalada. Ocurre lo mismo con la UNESCO, por medio de ONG que de este modo se labran impunemente una posición “respetable”. No hace falta decir que esas siglas les garantizan subvenciones e ingresos diversos.
Las técnicas para constituirse en lobby eficaz son variables. Podemos determinar cinco tipos de métodos que se utilizan.
EL CAMUFLAJE
Los grupos sectarios avanzan detrás de otras asociaciones, detrás de sus empresas, detrás de capitales difusos de procedencias aparentemente distintas.
Las víctimas de estas infiltraciones no tiene ninguna conciencia de ellas y cuando caen en la cuenta suele ser demasiado tarde. Resulta difícil, por tanto, contrarrestar la influencia sectaria.
En primer lugar porque siempre es incómodo reconocer los errores propios, reconocer que se ha sido víctima de un engaño, como también resulta difícil explicar públicamente la manipulación, si no se quiere decepcionar a los militantes o ser el hazmerreír de los demás grupos económicos, políticos o asociativos.
En Francia, el ejemplo más claro está en partidos formados en torno a una miríada de asociaciones locales, sin ideología política común, que no verifican el contenido de sus estatutos ni sus apoyos. Se han convertido en presas fáciles. Aun cuando en privado reconocen sus dificultades son determinados grupos que han identificado como sectarios, les cuesta romper con ellos.
Movimientos como ATTAC podrían conocer esta situación de infiltración. Su condición de federación de asociaciones absolutamente diversas lo convierte en el blanco típico de los movimientos sectarios en busca de implantación. El objetivo de ese movimiento no es llevar a cabo investigaciones estatutarias, ideológicas o financieras. Pero lo cierto es que al final pueden sumarse a él los mismos movimientos que se pretende combatir.
Las sectas también pueden infiltrar estructuras médicas o paramédicas. Tal es el caso d la profesión no reglamentada de los psicoterapeutas, y de los grupos antivacunas. El consejo de la Orden de los médicos estimaba en 1998 que 3.000 médicos estaban bajo influencia sectaria.
En el contexto paramédico se aprecia muy bien hasta qué punto tienden las sectas a orientarse hacia sectores legítimos. El área de los cuidados paliativos, es decir, la atención a los moribundos, existe tanto en los hospitales como a domicilio e implica tanto a personal sanitario (médicos, enfermeros, psicólogos) como a voluntarios. A finales de la década de 1990 lo acapararon por completo los Testigos de Jehová y la Cienciología. En este caso, se puede entender la falta de controles previos y que los servicios hospitalarios o de hospitalización a domicilio no hayan llevado a cabo ninguna investigación. Hoy en día, ejercen esos controles para evitar potenciales captaciones de herencia o actos de proselitismo dirigidos a familiares de luto. Siguen los pasos de los Consejos Generales que, tras constatar el número desproporcionado de mujeres pertenecientes a los Testigos de Jehová que se postulaban al estatuto de nodrizas habilitadas, adoptaron medidas muy severas. Las candidaturas proselitistas no se rechazan en nombre de una policía del pensamiento sino en virtud de un principio de precaución. Ha quedado atrás la ingenuidad de la década de 1980.
La Comisión de investigación parlamentaria de 1999 propuso enmendar, a instancias del diputado J.-P. Brard, la legislación sobre la financiación de los partidos políticos, basándose en la experiencia de la participación del Partido de la ley natural en las elecciones legislativas de 1993 y 1997. Se planteaba condicionar la primera fracción de la ayuda presupuestaria anual a la obtención de cierta cantidad de votos en las anteriores elecciones legislativas, y también de reservar el acceso a la campaña radiotelevisiva a las formaciones políticas que hubieran designado a un representante nacional apadrinado por un número mínimo de representantes locales electos.
También preconizan medidas para la organización del sector de asuntos sociales y de la salud. Si no se trata a tiempo el problema de la infiltración, el peligro es que se produzca una revelación. Lo que permanecía camuflado sale bruscamente a la luz y dificulta reacciones que inevitablemente llegan demasiado tarde.
La reacción se convierte entonces en una reacción de salvaguardia. Valga el ejemplo de la vigorosa reacción americana contra la clonación. Los raelianos, implantados desde hace algunos años en Canadá, tras huir de Francia, donde el fisco los había tratado de modo inquisitorial, y denunciados por dos informes parlamentarios franceses y uno belga, crearon una empresa biotecnológica, CLONAID®, cuya dirección encomendaron a una bioquímica francesa, la doctora Brigitte Boisselier, obispo de la religión raeliana.
La pagina web precisa:
Rael, el fundador de una organización llamada Movimiento Raeliano que afirma que la vida sobre la Tierra fue creada científicamente y en laboratorio por extraterrestres cuyo nombre, ELOHIM, aparece en la Biblia hebraica –palabra mal traducida como “dios”- y que afirma asimismo que la resurrección de Jesús se debió, de hecho, a una clonación llevada a cabo por los ELOHIM, anuncia hoy que él y un grupo de inversores han creado una empresa llamada Valiant Venture Ltd., que ofrecerá un servicio llamado CLONAID® destinado a ayudar a los padres que deseen tener por hijo un clon de sí mismos. Este servicio brinda magnifica oportunidad a los padres con problemas de fertilidad o a parejas homosexuales de tener como hijo a su propio clon, La compañía, con sede en Bahamas, planea construir un laboratorio en un país en el que la clonación humana reproductiva sea legal y ofrece sus servicios a los padres ricos del mundo entero. En una primera etapa, CLONAID® subcontratará la ejecución de la clonación a los laboratorios existentes. La compañía puede también patrocinar a laboratorios americanos que trabajan sobre la clonación humana y a los que el presidente Clinton cortó las subvenciones estatales. CLONAID® hará pagar el módico precio de 200.000 dólares por sus servicios de clonación. La clonación reciente de la oveja “Dolly” en Escocia ha demostrado que ya se dispone de la tecnología necesaria y abre la posibilidad de llevar a cabo la operación. La directora científica de CLONAID®, la doctora Brigitte Boissilier, no cree que eso suponga ningún problema moral. “¿Quién se escandalizará hoy en día por devolver a la vida a un niño de 10 meses muerto accidentalmente? La tecnología lo permite, los padres lo desean y yo no veo en ello ningún problema moral”, afirma. Rápidamente, la empresa abandona las Bahamas (por presiones de medios franceses, dice Rael en su página web) y se instala en Nevada. ¿Es para estar más cerca de los laboratorios americanos interesados en la práctica de la clonación? ¿Para ejercer un lobbying más activo? ¿Por qué el primer niño que se va a clonar es el bebé de un abogado de la región? La historia no lo dice, pero Rael es pese a todo recibido en el Congreso para intervenir en el debate sobre la clonación.
Muy poco después, el Congreso americano y el presidente Bus rechaza la clonación humana: la operación ha fracasado. La revelación del aspecto sectario ha terminado disuadiendo al Gobierno y al Congreso americanos y ha provocado un sobresalto ético.
Lejos de desanimarse, Rael propone dos nuevos servicios: “INSURACLORE®”, que por 50.000 dólares extrae y almacena las células de una persona querida a fin de crear un clon en caso de muerte prematura. Como dice Rael:
La clonación logrará que la humanidad alcance la vida eterna. La siguiente etapa consistirá, como los ELOHIM, con sus veinticinco mil años de ventaja científica, en clonar directamente a una persona adulta sin tener que pasar por el proceso de crecimiento y transfiriéndole sin embargo su memoria y su personalidad. Y nos despertaremos después de la muerte en un nuevo cuerpo, como si hubiésemos pasado una buena noche de sueño.
En segundo lugar, OVULAID® ofrece óvulos a las mujeres por un precio “tan módico como 5.000 dólares (más los honorarios en concepto de transplante)”. Cada cual elegirá a su hijo en un catálogo e incluso podrá conocer a las candidatas. Muchas jóvenes adeptas de Rael han mostrado su disponibilidad a ceder su matriz o sus óvulos al gurú.
La reacción americana no ceja, ya que la misma página web explica que la sociedad de las Bahamas Valiant Venture Ltd. Se ha disuelto y que una nueva compañía ha empezado el trabajo.
Por razones de seguridad obvias el nombre de esta compañía se mantiene en secreto, al igual que el emplazamiento del laboratorio. La compañía en cuestión no acepta ningún encargo o pago hasta que la clonación de ese primer bebé se haya llevado a cabo con éxito. Pero tiene una lista de espera de varios cientos de clientes potenciales. Si están ustedes interesados, transmitiremos sus pedidos a esta compañía y serán agregados a la lista. Los precios son sólo indicativos y referidos a un proyecto. Por ahora no se aceptará ningún pago. Es probable que tras el primer éxito, se seleccione a los siguientes clientes con un sistema de subasta, para que las sumas recabadas mediante este criterio económico sirvan para desarrollar una técnica que más adelante beneficiará a todos.
¿Respondía ese criterio a un mero camelo, como tiende a demostrar el reportaje de TF1 que comparaba el laboratorio de la doctora Boisselier de Nevada con un “laboratorio de colegio”?
¿Un laboratorio secreto por ser inexistente? ¿O era secreto por disponer de verdadera capacidad operativa?
¿Y qué pensar del cambio de tono en la cuestión de los precios? ¿Habrá tenido que hacer frente a una rebelión interna por ofrecer soluciones tan sólo a los “padres ricos”? ¿O será más bien que el secretismo y la renuncia a tarifas desorbitadas se deben al creciente interés del Estado Federal por este francés, nacionalizado canadiense, decididamente emprendedor?
HACERSE INDISPENSABLE
La manera más directa es seguir el segundo método de lobbying. Se basa en una red económica bien montada y una sociedad poco resistente. El ejemplo típico es el Japón, donde la Soka Gakkai detenta cada vez más el poder político a través de su partido, el Komeito.
Ni siquiera situándose en el contexto japonés se puede negar la condición de “maquina de influir” de la Soka Gakkai. Creada en la década de 1930, resistió al poder militar y se inspira en un budismo reformista (llamado budismo de Nichiren, reformador del siglo XIII), con el que rompió definitivamente al final de la década de 1980 bajo la dirección de Daisaku Ikeda.
Este budismo social, que en otras latitudes se calificaría de “populismo”, emplea todos los instrumentos necesarios para ejercer influencia. Su patrimonio económico y sus activos en la economía japonesa son poco conocidos aunque muy importantes, teniendo en cuenta los medios de acción con los que cuenta. La Soka Gakkai edita un periódico de seis millones de ejemplares, el Seiko Shinbum. Ha abierto universidades no sólo en Japón, sino también en Estados Unidos y Francia (Centro Universitario de Trest). Ha logrado forjar, gracias al mecenazgo cultural, una audiencia, en Asia y en Francia, donde ha comprado y convertido en museo la casa de Víctor Hugo en el sur de Île-de-France. Organiza coloquios “mundiales” en lugares prestigiosos e invita a ciertos intelectuales que van a ponerse progresivamente al servicio de sus fines, puesto que les paga sus viajes o sus trabajos de documentación.
En 1994 creó un partido político, el Komeito (“partido por un gobierno limpio”), alrededor del confuso tema de la “tercera civilización”, que puede interpretarse como la tercera era del budismo o del Japón, tras la primera era que representan la era Meiji y la primera Constitución nipona, y la segunda era de la Constitución impuesta en 1946 por los ocupantes americanos y vigente hasta hoy.
Para el Komeito, “la nueva civilización debe consumar la armoniosa unión del espiritualismo y el materialismo, del capitalismo y el socialismo”. Esta terminología recuerda al primer programa de los fascistas italianos de 1919 o al programa nacional-socialista alemán anterior a 1932.
El partido, que se auto proclama de centro-izquierda y que los analistas califican más bien de centro-derecha por su constante apoyo a los gobiernos conservadores, se muestra muy crítico con la Constitución japonesa de noviembre de 1946.
El Komeito es la expresión política de una mezcla de elementos religiosos, patrióticos y políticos. En el plano político, promueve esencialmente el establecimiento de una “democracia budista” más parecida a una teocracia que a una genuina democracia. Como patriota que es, critica con violencia la excesiva dependencia de Japón respecto a Estados Unidos y aboga a un acercamiento a China. No hay que deducir de esto ninguna afinidad con la doctrina marxista. En efecto, se pondría con dureza a la extrema izquierda se ésta intentara tomar el poder. Partidario de la unificación del mundo bajo los auspicios de la Soka Gakkai, el partido se pronuncia a favor de mantener el desarme general japonés. Es hostil al mantenimiento del sistema de partidos y ha manifestado su deseo de reforzar la cámara alta y revisar la ley electoral, reforma parcialmente neutralizada en 1996 por el único gobierno japonés socialista de la posguerra.
El objetivo del Komeito, el restablecimiento de la teocracia, puede resultar a largo plazo peligroso. Fomenta sentimientos violentamente antidemocráticos que ciertos dirigentes han expresado y desarrolla métodos más bien persuasivos –se le acusa de utilizarlos para lograr adherentes-, métodos de reclutamiento masivo orientados a los segmentos sociales pobres, a quienes promete ventajas y beneficios inmediatos.
El Komeito, que despierta ciertas desconfianza en la opinión pero dispone de una clientela muy fiel, aglutinada en torno al núcleo duro de la Soka Gakkai, obedece a motivaciones muy concretas. Pertenecen a sus filas, dentro de la actual coalición conservadora, el ministro de la “Reforma constitucional” y, en la Cámara alta, el presidente de la Comisión de las leyes. La reforma política que lleva tanto tiempo preconizando está en marcha.
EL PAPEL DE GRUPOS IDEOLÓGICOS
Se trata de coaliciones aparentemente heterogéneas que brindan su apoyo a grupos sectarios porque sus intereses coinciden puntualmente. El interés manda sobre las consideraciones de clase y las posiciones ideológicas, decían los marxistas. Hemos visto cómo esas coaliciones veían la luz con el propósito muy explícito de echar atrás la ley About-Picard y a personalidades insospechadas echarse en brazos de la Cienciología.
Los temas esgrimidos son variados}: desde la post-modernidad hasta el temor a revoluciones o al la evolución de la sociedad; desde la protección de las minorías oprimidas hasta la idea de que las ovejas descarriadas volverán finalmente al redil, pasando por la defensa de una concepción de la libertad como derecho a hacer cualquier cosa y probarlo todo en contra de la democracia. Los objetivos, en cambio, son comunes: que las sectas prosperen, se desarrollen y hagan un trabajo que ninguno de esos componentes podría asumir por sí solo.
PAPELES AMBIGUOS DE LA IGLESIA
En los treinta años de historia que tiene ya la lucha antisectaria, la Iglesia ha desempeñado, en Francia y en el extranjero, un papel ambiguo o, más exactamente, varios papeles. Los oscuros vericuetos de la diplomacia vaticana no constituyen para el historiador ninguna novedad, pero con un papa mediático como el actual, que parece mantener un discurso homogéneo, la cosa parece complicarse. Podría decirse simple y llanamente que la Iglesia tiene un pie en cada bando, de modo que siempre se encuentra del lado ganador.
La Iglesia lucha por la defensa de los derechos humanos y no de la ortodoxia; se tata de una característica original francesa puesto que en Alemania o Grecia, por ejemplo, las Iglesias nacionales o mayoritarias luchan por condenar la heterodoxia. Está la figura emblemática de P. Jacques Trouslard, consejero afable y riguroso de todos los movimientos antisectas. Descubrió el fenómeno en la secta de Saint-Elme, y desde entonces ha militado incansablemente, aportando todos sus conocimientos y testimoniando ante los tribunales.
Se ha convertido en un blanco habitual de otros representantes institucionales de la Iglesia o por lo menos de la Conferencia episcopal de Francia, que mantienen un discurso más tibio. Éstos alimentan la idea de que todos estos adeptos, seducidos por una espiritualidad de baja estopa, acreditan no obstante una verdadera demanda espiritual que tarde o temprano los conducirá al regazo romano. Los miembros canadienses de Infosect comparten, o al menos compartían, esa posición, al igual que algunos fundadores de las ADFI [Asociaciones de Defensa de las Familias y del Individuo]. También es la posición de un gran diario de la tarde cuyo editorialista religioso adopta una actitud más bien favorable a lo que él ve como una “nueva religión” o “movimiento espiritual”, o la de ciertos sociólogos de la religión.
También se da el caso de un apoyo menos explícito a las sectas, como Tradición-Familia-Propiedad o, en Francia, la Oficina Cultural de Cluny, que pese a ser condenada por dos informes parlamentarios y tras haber perdido sus subvenciones sigue recibiendo el apoyo de algunos jerarcas católicos.
El discurso sobre los grupos carismáticos es bastante impreciso. “Se denomina movimiento carismático (o renovación carismática) a la rama católica de un fenómeno que, sesenta años después de la fundación de las sectas pentecosteses, llamadas actualmente históricas, quiere revitalizar los carismas personales, como en la época de los primeros cristianos, y afecta, en distinta medida, a la mayoría de las grandes Iglesias”. San Pablo enumera en su Epístola a los corintios I, 13-14, los dones carismáticos:
El poder de curar, el de operar milagros, el discernimiento de los espíritus, la capacidad de hablar idiomas (glosolalia) o el don de interpretar el mensaje de la glosolalia que se resisten a toda clasificación y son manifestaciones espontáneas y esporádicas del Espíritu Santo. El movimiento carismático adquirió gran importancia en Europa y especialmente en Francia, tras el auge de un movimiento americano surgido en 1969.
Desde Pablo VI es competencia exclusiva de los obispos y depende de las diócesis el que estos grupos florezcan o no. Pero algunos generan problemas.
Tras intentar acallar el escándalo provocado por la publicación de Les naufragues de l’Esprit, libro cuyos testimonios abrumadores de adeptos o ex adeptos de estos movimientos demostraban los comportamientos delictivos de estos grupos de tendencia sectaria, la Iglesia ha tenido que hacer frente a denuncias de familias por la horrible suerte que corrieron los “adeptos” que vivían en comunidad dentro de grupos reconocidos y apoyados.
La ambigüedad también es política. El grupo más controvertido, y jamás señalado en Francia como grupo sectario, el Opus Dei, nació en las filas del fascismo y posteriormente del franquismo españoles. El discurso elitista, el reclutamiento social, la firme obediencia y el secreto obligatorio sobre la pertenencia han propiciado que algunos den el paso y se atrevan a hablar del Opus Dei como una secta. En cualquier caso, lo que pone de manifiesto el caso del Opus Dei, como antes el de los integristas de Écone o, en otra medida, los scouts del Padre Cottard, es la fragilidad de la relación de algunos católicos con la Republica, que de hecho no reconocieron hasta 1923. Para ciertos católicos la democracia no constituye un valor y “la pordiosera”* redujo el poder temporal de la Iglesia con la ley de 1905. Este discurso de retorno al pasado empieza a extenderse incluso entre intelectuales por demás moderados.
LA COMPLEJIDAD PROTESTANTE
Algunos elementos pueden aclarar la posición actual del protestantismo. Hay que recordar, para empezar, la complicada historia del protestantismo en Francia. Víctima de las guerras de religión, el protestantismo obtuvo en 1598, gracias al Edicto de Nantes, un estatuto privilegiado que se fue erosionando hasta ser revocado en 1685 por Luis XIV en nombre de la unidad del reino. Muchos hugonotes huyeron, y los que se quedaron se dividieron más o menos en dos bandos: los resistentes escondidos y exiliados del interior tras la guerra de los “Camisards” en 1702 y los que aceptaron una conversión forzada y mantuvieron la fe en su foro interno. Sin ahondar en los célebres análisis de Sombart o de Max Weber, puede decirse sucintamente que el protestantismo se desarrolla en el mundo de la mano de los valores de la Revolución industrial y de la filosofía de la Ilustración. En el siglo XIX, los protestantes encarnan en Francia lo que se llamará “laicidad”, es decir, el confinamiento de las creencias religiosas en la esfera privada.
Pero por eso mismo el protestantismo tenderá a disolverse, a perder visibilidad. Jean Baubérot escribe:
El protestantismo francés cuenta con unos 800.000 adeptos (entre reformados, luteranos, baptistas, pentecosteses), a los que hay que sumar un millón y medio de protestantes independientes o simpatizantes, es decir, un 4,3% de la población francesa. El protestantismo vivió la opresión de una sociedad marcada por el modelo de la “cristiandad”, pero se sumó en cambio activamente al proceso laicista, tanto en lo referente al problema de la escuela como, más recientemente, en temas de sexualidad, especialmente por sus posiciones sobre el control de la natalidad. A principios de la década de 1960 sus movimientos juveniles sostenían tesis que se adelantaban al Mayo del 68, pero en 1971 la Federación protestante de Francia publicó un documento titulado Église et pouvoirs que tachada de “inaceptable” a la sociedad actual, lo que provocó grandes controversias internas en la Federación.
En efecto, el protestantismo estalla y se divide en dos federaciones, la Federación protestante de Francia (confesiones tradicionales y protestantes liberales) y la Federación evangélica de Francia, compuesta por movimientos impregnados de cultura norteamericana. Hay cada vez menos puntos en común entre la HSP y los born again recién convertidos y proclives a expresar de modo expansivo su alegría de ser cristianos. Los más numeroso, que suelen ser también se extracción social más humilde, son pentecosteses:
La doctrina de los pentecosteses pone el acento en al obtención del don de lenguas o en la cura divina (divine healing). Suelen distinguirse por su estrechez de miras dogmática (fundamentalismo), su proselitismo agresivo, los sectores sociales entre los que reclutan (clases sociales desfavorecidas), y por la atmósfera de exaltación que reina en sus campañas de evangelización y sus cultos.
Ésta nos recuerda en alguna medida a la división histórica entre los controvertidos monárquicos y la prédica del “desierto” de los profetas de Cévenne.
Este contexto puede aclarar las posiciones que defendió Jean Arnold de Clermont, representante de la Federación protestantes de Francia, en el debate parlamentario. Reivindicó la tradición de libertad religiosa de los protestantes, pese a que, como hemos indicado, no se trata de religión sino de dinero; así evitaba que los fundamentalistas o revivalistas de todo pelaje lo desplazaran del primer lugar.
Apenas unas semanas después, Jean Arnold de Clermont expresaba su espanto ante las manifestaciones del fenómeno religioso americano. Quizás haya sopesado mejor la importancia de actualizar la defensa de nuestras instituciones laicas.
LAS OSCURAS IDEAS DE LA EXTREMA DERECHA
Los vínculos entre la extrema derecha y ciertos grupos sectarios son cosa conocida. La extrema derecha apoya a toda clase de movimientos por razones ideológicas o financieras: movimientos neotemplarios, rosacrucistas, desviaciones del catolicismo como la Misión de Ares o la “Contrarreforma” del abbe de Nantes, por no insistir en la ideología fascistoide de la Nueva Acrópolis.
Ideológicamente, lo que les une es el anticomunismo o, genéricamente, el miedo a una revolución social. La figura emblemática es Moon, cuya Iglesia de la Unificación sirve de altavoz al anticomunismo surcoreano. Financia partidos, como el Frente Nacional francés en las elecciones europeas de 1984, o personas, como George Bush padre, antes y después de su presidencia (sus ciclos de conferencias).
El estímulo de las redes africanas de la AMORC también es el anticomunismo, al igual que la secta chilena Colonia Dignidad, favorable al golpe de Estado de Pinochet.
El caso de la Antroposofía es más complejo: las relaciones de los antropósofos con el régimen hitleriano de los inicios son indiscutibles (Rudolf Hesse era antropósofo) y en la Alemania actual quedan huellas de ese pasado “indigesto”. Eso ha hecho que algunos puedan hablar de fascismo verde para poner de manifiesto las relaciones entre los antiguos miembros del Partido Nacional Socialista Alemán y la Liga de protección de la naturaleza de la RFA. Y aunque las escuelas Waldorf Steiner protesten en Francia alegando que no imparten las doctrinas racistas de Steiner, lo cierto es que se han constatado deslices, especialmente en los Países Bajos.
LA EVOLUCIÓN DE ALGUNOS PROGRES DEL 68
Es cierto que tampoco se pueden negar los vínculos de este movimiento con el izquierdismo: en la época posterior al Mayo del 68, las ideas románticas sobre la educación rousseauista, una escuela “alternativa” (ésa era al menos su pretensión) y el desarrollo de los niños por medio de actividades artísticas, condujeron a muchos padres contestatarios a elegir escuelas Steiner para sus hijos. Hoy en día les cuesta mucho aceptar lo que escriben la MILS o Paul Ariès, pese al clamor de los padres que han denunciado el caso ante el procurador de la República. Estas escuelas están vinculadas, sobre todo, a la galaxia antroposófica. Los médicos que atienden a los niños son antropósofos, los productos que se venden en las escuelas son Weleda, y además del costo de la matrícula, los padres de los alumnos reciben constantes peticiones de dinero. Se margina a niños “demasiado activos” considerando que tiene problemas de “karma”.
Estos vínculos con mutaciones del izquierdismo se han desarrollado y perpetuado en torno al tema de la economía “solidaria”. La NEF, Nueva Economía Fraterna, intenta convertirse en un banco. Pero este organismo, en el que desembocan pequeños y grandes afluentes de la antroposofía entera, es también (o lo ha sido) uno de los padrinos económicos de ciertos elementos “verdes”, incluidos ciertos grupos ATTAC. Tras la publicación de los informes de la Asamblea Nacional y de la MILS, algunos de esos grupos decidieron tomar sus distancias con la NEF.
Anne-Marie Morelli ha expresado esa ambigüedad en un coloquio organizado por El Libre Pensamiento en 1998: “Más valen cincuenta sectas que una única Iglesia”. Defender a las sectas permite, dejando de lado sus posibles contribuciones logísticas y de personal, poner en tela de juicio instituciones retrógradas como las grandes Iglesias y acatar a la democracia “burguesa”. Entre las personas más o menos prosectarias encontramos gente que no gusta recíprocamente pero termina compartiendo intereses comunes.
EL CESNUR Y LA BATALLA DE INTERNET
El sociólogo canadiense Stephen Kent, uno de los pocos intelectuales norteamericanos que han adoptado posiciones claras sobre los grupos totalitarios que son las sectas, habla del papel de un organismo privado europeo, el CESNUR. Anima este “centro de estudios de las nuevas religiones”, con sede en Turín, un personaje pintoresco, el doctor Massimo Introvigne. A la vez abogado y universitario, ya que reivindica los cursos que imparte en la Universidad Vaticana, tiene muchas relaciones con movimientos sectarios sudamericanos, a través de la Allianza Catholica. El grueso de su actividad, al menos desde 1996, consiste en animar este prolífico centro de estudios, cuyo principal miembro es él mismo.
Introvigne testimonia en procesos y vistas orales por todo el mundo, y las conferencias de la organización atraen a sabios y personalidades –a veces influyentes- relacionadas con los derechos humanos.
El CESNUR, que de otro modo sería una oficina sin importancia, ha apostado fuerte por Internet. Cualquier búsqueda sobre la cuestión sectaria e independientemente del “buscador” de Internet empleado, termina siempre en la página web del CESNUR. Su apariencia seria lo convierte en una referencia para periódicos y revistas universitarias. Sin embargo, no es una mera asociación universitaria, sobre todo teniendo en cuenta que Introvigne mezcla en su página web posiciones ideológicas con una búsqueda consistente de información. [...] Compromete a la investigación universitaria con su adhesión sectaria [...], y preconiza tesis doctrinarias que favorecen a grupos como la Cienciología.
EL STAR SYSTEM
Los grupos sectarios han asimilado la sociedad del espectáculo o el Estado espectáculo que se denunciaron en la década de 1970. El ejemplo más conocido es el de la Cienciología con sus estrellas y sus Celebrity Centers. Stephen Kent explica el fenómeno de las relaciones entre Cienciología, espectáculo y política, una constante del mundo político americano:
Las relaciones entre políticos y famosos de Hollywood tienen ya varias décadas de historia, y en la época de McCarthy fueron tensas. Mejoraron nuevamente con la administración del presidente Kennedy, tanto porque uno de sus cuñados, Peter Lawford, era actor, como porque el mismo Presidente mantenía estrechas relaciones “personales” con diversas estrellas (entre ellas, Frank Sinatra y Marilyn Monroe). Durante la guerra de Vietnam la relación volvió a tensarse (varios famosos se mostraron críticos), pero la elección de un veterano de Hollywood, Ronald Reagan, a la presidencia en 1980 vino a demostrar que las desavenencias entre actores y políticos habían sido enterradas hacía mucho tiempo.
El presidente Bill Clinton (elegido en 1992) fue el primer hijo del baby-boom, generación criada en la cultura televisiva popular norteamericana, en llegar a la Casa Blanca. Le gustaban las películas y las estrellas. También muchas de estas le tomaron cariño y su afecto mutuo ha generado gigantescos réditos económicos, en forma de contribuciones económicas y donaciones, primero para el candidato y después para el presidente. En efecto, todos los candidatos políticos de éxito y muchos de los políticos con ambiciones tienen que hacer su peregrinación a la “Meca del Cine” por razones de dinero. Algunas estrellas acumulan fortunas tan fabulosas que acaso no puedan llegar a gastar nunca. Pueden invertir grandes sumas, por tanto, en causas sociales y políticas y conseguir de paso interesantes deducciones fiscales para sus portentosas ganancias. Con el tiempo, las campañas políticas americanas se han encarecido mucho y sólo los ricos –o sus relaciones- pueden postular candidaturas a cargos federales. Shmoozing con famosos forma ya parte de la vida política americana normal. Además de la riqueza, las estrellas tienen un producto que los políticos quieren conseguir a cualquier precio: la atención de las cámaras. La que verdaderamente buscan los famosos bajo los focos y los políticos, siempre en campaña, es la atención del público.
Kent prosigue su análisis explicando que Hubbard, fundados de la Cienciología, supo interpretar esta tendencia de la sociedad americana: Se demuestra que desde la década de 1950 en adelante la Cienciología desarrolló programas para captar famosos. Hubbard comprendió el papel clave que desempeñaban los líderes de opinión y calculó, por tanto, las ventajas potenciales de enrolarlos como portavoces de su organización. A principios de la década de 1990, los herederos de Hubbard eran capaces de capitalizar a los famosos de la organización como portavoces ante los comités gubernamentales clave. Las élites del mundo del espectáculo de la Cienciología entraron en algunos de los mismos círculos que frecuentaban las élites políticas nacionales y crearon relaciones tan simbióticas como parasitarias. Para la organización de la Cienciología, estas relaciones constituían bienes muy preciados.
Así explica la extraordinaria profusión de artistas en torno a la Cienciología y sus ataques al gobierno alemán:
El acontecimiento más incendiario protagonizado por famosos fue sin duda la “carta abierta” al canciller Helmut Kohl en enero de 1997, que comparaba el trato dispensando por el gobierno alemán a la Cienciología con la persecución nazi de judíos antes de la Segunda Guerra Mundial.
Muchos de los 34 famosos de Hollywood que la firmaron mantenían estrechas relaciones con los exponentes más reconocidos de la Cienciología: John Travolta y Tom Cruise. Los funcionarios alemanes recibieron la carta con irritación (en un gesto que los honra, tanto el Departamento de Estado como el secretario de Estado repudiaron sin embargo la comparación con los nazis, al igual que el investigador de las Naciones Unidas sobre libertades religiosas). [...] Estos incidentes sirvieron para que los alemanes (y también los franceses) tomaran conciencia de que la política exterior americana de derechos religiosos hacia sus países había cometido excesos bajo el influjo de los muchos críticos llaman inteligentemente Scientologywood.
En Europa y Francia las relaciones entre espectáculo y política son por ahora menos intensas. Eso no es óbice para que la Cienciología busque y encuentre colaboradores, hasta ahora todo en medios deportivos. Y aunque el Ministerio de la Juventud y los Deportes ha hecho grandes esfuerzos para formar a sus cuadros, los que siempre han seguido útilmente la formación han sido los empleados del sector juventud y educación popular. Sigue subestimándose el peligro de infiltración sectaria en medios deportivos.
En Francia las cosas dependen más bien de intelectuales mediáticos. Muchos grupos intentan convencer y corromper a universitarios que demasiado a menudo creen estar más allá de todo responsabilidad colectiva. * Así solían llamar despectivamente (“la gueuse”, en francés) los reaccionarios católicos a la república francesa o a su símbolo femenino, Marianne. (N. Del t.)