27 noviembre, 2006

SUMARIO

SECTAS, DEMOCRACIA Y MUNDIALIZACIÓN LA FALSA ESPIRITUALIDAD
Anne Fournier y Catherine Picard
*SUMARIO
*Prefacio, Raymond Forni /Introducción
· Un fenómeno Nuevo · Grupos peligrosos · ¿Por qué relacionar sectas, democracia y mundialización o globalización? · ¿Qué entendemos por "mundialización" o “globalización"? · La cuestión de la democracia · ¿En qué sentido funcionan las sectas como instrumentos de la mundialización? · Las sectas, brazos armados en diversos países
Primera parte
INVENTARIO/ DENUNCIAR
1. Empresas bajo influencia · Las empresas propiedad de las sectas · Autarquía de las sectas · Las donaciones de los adeptos · Las actividades sectarias · El trabajo de los adeptos · Creación de un patrimonio · Composición del patrimonio · Colaboración y búsqueda de honorabilidad · Las técnicas sectarias · Manipulación mental o "estado de sujeción" · El consentimiento · Las nuevas modalidades de gestión · La lógica procedimental · Hacia el reconocimiento · Resistencias2. Partidos y líderes políticos bajo influencia · El camuflaje · Hacerse indispensable · El papel de grupos ideológicos · Papeles ambiguos de la Iglesia · La complejidad protestante · Las oscuras ideas de la extrema derecha · La evolución de algunos progres del 68 · El CESNUR y la batalla de Internet · El star system · Las técnicas de corrupción · Conclusión: ¿cómo defenderse ante semejante arsenal?
3. El declive de la razón · Una duda generalizada · Preguntas sobre la ciencia · El final del cientificismo · Los efectos perversos del progreso científico · Interrogantes sobre la noción de progreso · Del progreso cristiano al progreso científico · Las primeras dudas · El final de la utopía del progreso · La puesta en duda de la medicina "científica" · El creciente desfase entre expertos y no expertos · La disolución de los valores ciudadanos · La pérdida de lo universal y el triunfo de los particular · El individualismo contra el individuo · Lo comunitario contra lo colectivo · El cuestionamiento de las reglas que subsisten · El caso particular de la educación
Segunda parte
RELACIONES DE FUERZA/ ENTENDER
4. El "dueño y señor del juego" · El contexto particular americano · Un pueblo religioso · La confusión entre espacio privado y espacio público · Comunitarismo y democracia formal · Un Estado débil, un derecho distinto y una enorme libertad individual · Estados Unidos y las sectas · El florecimiento de las sectas · El estatuto religioso y sus consecuencias · Una política internacional marcada por el carácter confesional de EEUU · La utilización de las sectas por parte de los servicios especiales · Presiones a la administración: el ejemplo de la operación Blancanieves · Cuando ya ni cabe hablar de infiltración
5. ¿Qué juego? · Distintos orígenes de la guerra económica · El derrumbe del sistema monetario · La "tríada" · Los oligopolios de la dominación · Consecuencias · Agravamiento de la guerra económica · La "autorregulación" del sistema económico o el final de la política · ¿Desaparición del Estado?
6. Guerra y sectas en los países del Sur · El contexto · Ejemplos · Brasil o la "soma" administrada a los países del Sur · África Central, tierra de misiones · Los DOM-TOM y el peligro de un Estado sectario · DOM: Martinica, Guadalupe, Guyana y Reunión · Nueva Caledonia y los Testigos de Jehová · Polinesia
7. El juego se complica en Asia · Japón rivaliza con el modelo americano · Disputas y crecientes rivalidades · Una Constitución en tela de juicio · Una economía en crisis desde 1992 · Imitación del modelo americano e instrumentalización de las sectas nacionales · Indonesia: cuando el poder crea sectas · La complejidad de China · ¿Hacia un mundo regulado por la OMC?
8. Resistencias europeas · Los países infiltrados · Europa del Este · Escandinavia · El caso particular de Gran Bretaña · Desigualdad y pauperismo · Un vivero de grupos peligros y una respuesta moderada, basada en el derecho · Resistencias · Bélgica · El marco institucional · ¿A qué se debe esta resistencia belga? · Suiza y Ginebra · La posición muy avanzada del cantón de Ginebra · La generalización progresiva · Alemania y los Länder alemanes · "Sectas y psicogrupos" · La acción federal · La obra legislativa · Los Länder · ¿Hacia un centro europeo?
Tercera parte
LA DEMOCRACIA EN JUEGO/ EL COMBATE
9. Lo que hay en juego · La defensa de los niños · Nuestro derecho protege a los niños · Fortalecer la protección · Sectas y educación · Las maquinarias sectarias en la escuela · El reclutamiento de docentes · Los métodos educativos comercializados · Los centros de enseñanza controlados · La ley real · Laicidad · ¿Existe una moral laica? · Impedir que las sectas atenten contra la libertad de conciencia · Sancionar actos graves, no creencias · La manipulación mental o la negación de la libertad · Laicidad y comunitarismo · Situación de los derechos fundamentales en la Unión (2000) · Los ataques de las sectas ante los Tribunales de Justicia
Conclusión

PREFACIO e INTRODUCCIÓN

Las sectas son uno de los principales peligros que acechan a la democracia. Algunos países han decidido dejar que se desarrollen con el pretexto de la libertad de expresión o la tolerancia religiosa: se puede hablar, a este respecto, de modelo "americano". Por fortuna, Francia no ha seguido ese camino. Hace tiempo que sabemos que las sectas no constituyen la expresión de una libertad, sino una amenaza para ésta: amenaza para la libertad individual, ya que las sectas practican la manipulación mental, aniquilan la libre determinación del individuo, y para las libertades públicas, debido a que pueden desestabilizar e incluso gangrenar todos los ámbitos de la vida política, económica, cultural o social.
En Francia, los poderes públicos se mantienen en estado de alerta. Se han implementado estructuras de análisis, de formación y de vigilancia: el Observatorio Interministerial de las Sectas y la Misión Interministerial de Lucha Contra las Sectas [MILS]. El parlamento francés presta una atención constante al tema, puesto que se trata de un mal insidioso y permanente. En los últimos siete años se han elaborado dos informes parlamentarios: "Las sectas en Francia", en 1995 (informe del diputado Jacques Guyard) y "Las sectas y el dinero", en 1999 (informe del diputado Jean-Pierre Brard). La ley del 18 de diciembre de 1998, que tiende a reforzar el control de la obligación escolar, esta destinada a combatir el proselitismo sectario en materia escolar. La ley del 15 de junio de 2000 permite que las asociaciones de lucha contra las sectas ejerzan los derechos reconocidos a la parte civil. La ley del 12 de junio de 2001, "tendente a reforzar la prevención y la represión de los movimientos sectarios que vulneren los derechos humanos y las libertades" es la última manifestación de este empeño del legislador, que ha querido de este modo reforzar el arsenal del derecho penal.
La publicación de esta obra, que constituye un nuevo aporte al conocimiento del fenómeno sectario y a la necesaria toma de conciencia de los daños que causa, me llena de satisfacción. Deseo que todos los responsables hagan el mejor uso posible de ella y que los ciudadanos descubran una realidad acaso insospechada para ellos.
El interés específico del libro, que ofrece una extensa visión de las sectas a lo largo y ancho del mundo, radica en un enfoque original del fenómeno. Los autores nos muestran de qué modo se aprovechan las sectas de las nuevas reglas económicas, políticas y culturales que trae consigo la mundialización o globalización. Estas reglas debilitan al individuo y facilitan su manipulación. Crean asimismo nuevos ámbitos de intervención en el que las sectas pueden proliferar directamente, por medio de sus empresas transnacionales o penetrando organizaciones internacionales. Esta labor de zapa mina la democracia, sus principios y sus valores, y se opone especialmente a nuestra concepción de la infancia, la educación y la laicidad.
Los lectores descubrirán, por tanto, que tras doctrinas presuntamente humanistas, se esconde el “totalitarismo” sectario y, en último término, que el velo de la felicidad disimula en realidad la esclavitud impuesta a sus víctimas.
RAYMOND FORNI Presidente de la Asamblea Nacional de 2000 a 2002
INTRODUCCIÓN
UN FENÓMENO NUEVO
Los grupos sectarios son un fenómeno reciente en la esfera social y política. Aparecieron primero en Estados Unidos en la década de 1960 y se extendieron con rapidez al mundo entero. Se considera que en Francia el número de adeptos de ha estabilizado, alrededor de las 250.000 personas, pero en el resto del mundo experimenta un crecimiento exponencial. Las sectas han entrado en el antiguo imperio soviético junto al jean y la Coca-Cola.
Lo que en sus inicios dificulta la visibilidad del fenómeno sectario es la multiplicidad de formas que puede adoptar. ¿Qué tienen en común una comunidad New Age, grupos que buscan su salvación en los extraterrestres, estrellas que encuentran paz espiritual en las tradiciones del lejano oriente, hinduistas o budistas, o grupos terapéuticos en busca de curación o desarrollo personal?
Al principio, estos grupos proteiformes sorprendían por lo extraño de sus indumentarias o discursos, y eran acogidos con tolerancia, ya que las Constituciones de nuestros Estados laicos y secularizados garantizan a cada ciudadano el derecho a creer lo que le plazca.
Esos grupos de "locos tranquilos" o pseudorreligiosos se caracterizan por dejar atrás una legión de víctimas de extorsiones de fondos, expolios, abusos sexuales o asesinatos más o menos bien maquillados como suicidios colectivos.
Las denuncias de las víctimas o su entorno no siempre eran aceptadas por la justicia: si habían niños de por medio, podían eventualmente tramitarse, pero no solían prosperar porque, por lo general, los menores afectados eran llevados fuera del país. Las denuncias de tipo financiero o sexual no eran viables: se trataba de adultos, y ni el policía ni el juez podían creer que habían aceptado tales grados de sumisión "en contra de su voluntada". En cuanto a las víctimas, antiguos adeptos, eran acosadas o amenazadas. De repente, el político tuvo que responder a las preguntas de las familias de las víctimas, al igual que los investigadores: el debate se centró en la manipulación mental que ejercían aquellos grupos, y el Estado, consciente del papel que asume en defensa de los más débiles, menores y víctimas, aumentó los medios disponibles para su defensa y protección.
También salió a relucir, aunque de modo menos visible, el poder financiero, y por tanto económico, de estos grupos, sus intentos de infiltración y debilitación de los poderes públicos. Hoy en día, se estima que el presupuesto de la Cienciología es comparable al del Benelux y que los chaebol, es decir, las multinacionales de la secta Moon, representan el 25% de la economía surcoreana antes de las crisis bursátiles asiáticas. También se sabe que tras penetrar en los países del antiguo bloque comunista, proponiendo recursos y un sistema educativo prêt-à-porter, la Cienciología se ha infiltrado en el entorno del presidente Putin. En Japón, el partido político de la Soka Gakkai, el Komeito, tiene representación parlamentaria y cuenta con varios ministros en sus filas, por no hablar de los interrogantes que suscitan en Francia ciertos jueces y algunos senadores y diputados. Se puso de manifiesto, por último, la capacidad de transformación permanente de estos grupos, su capacidad de adaptación a la demanda social. Por tomar un ejemplo, los "disidentes" de una conocida tradición religiosa pueden transformarse en un grupo curandero, en dispensadores de formación personal o profesional, en lobbys políticos, escuelas de arte, de estimulación o de enseñanza. La secta se infiltra dondequiera que la sociedad deje un hueco, ya sea para el individuo o para la colectividad: en Francia, la crisis de las religiones tradicionales se ha visto acompañada de la emergencia irresistible de "nuevas religiones", entre las cuales hay muchas sectas. La crisis de las ideologías políticas y el derrumbe de la utopía comunista propician el desarrollo de grupos sectarios en torno a temas ecologistas o humanitarios, La falta de estructuras eficaces de apoyo escolar permite a los grupos sectarios "ofrecer" nuevos servicios a los niños y a sus padres. Los fracasos de la medicina científica en ciertos ámbitos son el caldo de cultivo de grupos de curanderos. Desde finales de la década de 1990, ya nadie puede ignorar el peligro que suponen los grupos sectarios para los bienes, las personas y la sociedad democrática.
¿POR QUÉ RELACIONAR SECTAS, DEMOCRACIA Y LA MUNDIALIZACIÓN O GLOBALIZACIÓN?
¿QUÉ ENTENDEMOS POR "MUNDIALIZACIÓN" O POR "GLOBALIZACIÓN"?
Es preciso volver la mirada un poco atrás para recordar brevemente cómo eran las cosas, qué es lo que hemos visto transformarse en nuestras economías, en nuestras sociedades y en las relaciones internacionales, a fin de describir lo que vemos despuntar bajo el nombre de "globalización". Tras la Segunda Guerra Mundial, los Estados supervivientes se reconstruyeron con la divisa "nunca más". Se imputó la barbarie nazi a la política proteccionista de entreguerras y se impuso la doctrina económica del neoliberalismo (o neokeynesianismo). "Liberalismo": se trató una vez más del laissez-faire, laissez-passer y se encomendó al GATT el diseño de una política antiproteccionista, "Neo" porque, a diferencia de las políticas económicas clásicas, ya no brindaba a poyo a la oferta, esto es, a las empresas, por medio de rebajas fiscales y subvenciones. Se favoreció la demanda: se llevó a cabo una política redistributiva, se adoptaron políticas de seguridad social. Quienes solían quedar al margen del consumo (mujeres, jubilados, inválidos, enfermos) pudieron consumir a su vez y alimentar un crecimiento exponencial.
Este crecimiento, del 5 al 20% según los Estados, provocó una carestía de mano de obra: las mujeres accedieron en masa al mundo laboral remunerado y las colonias, hasta entonces explotadas en función de sus recursos minerales y agrícolas, se convirtieron en reservas de obreros no cualificados, poco protegidos, que se podían contratar a bajo precio. Esto tuvo dos consecuencias:
El trabajo asalariado de las mujeres transformó la sociedad y la vida política: la sociedad tuvo que absorber la esfera privada de la educación de los niños más pequeños, o de cuidar a los mayores; y las mujeres accedieron por fin a la mayoría de edad gracias al derecho al voto.Las colonias lucharon por su independencia, con el apoyo de los dos Grandes: Estados Unidos y la URSS.
Cambió el papel del Estado, que se convirtió, al menos en Francia, en productor de bienes y servicios "no rentables en la esfera privada"; se convirtió en Estado del bienestar, redistribuyendo los recursos a través de mecanismos de protección social. Se convirtió también en árbitro, muy especialmente en lo tocante ala repartición de beneficios entre empresarios y empleados.
Los horrores de la guerra y el terror provocado por la bomba de Hiroshima impulsaron a los dos grandes vencedores a acelerar la creación de organismos de regulación de las relaciones internacionales, en torno a la ONU y de sus estructuras.
El Plan Marshall -y las relaciones soviéticas- precipitó la división del mundo en dos bloques. El statu quo de la guerra fría permitió que una de las dos grandes potencias explotara a los países del Este y la otra sometiera a una dependencia neo-colonial al resto del mundo, incluida Europa, aunque ésta se entregase a la fantasía de una unificación "del Atlántico a los Urales" y ensayase formas de aproximación esencialmente económicas. Este mundo de la posguerra se derrumbó a partir de 1965, momento en el que el endeudamiento de Estados Unidos, acelerado por la guerra de Vietnam, frenó el crecimiento norteamericano, lo que llevó a una crisis monetaria de 1971 y a un crack bursátil en 1986 que hundieron al mundo en una recesión. Fue entonces cuando se cuestionó el keynesianismo de favorecer la inflación y minar los beneficios de un crecimiento que, si bien había perdido velocidad, nunca había desaparecido. La cobertura social de protección a los más desfavorecidos, procedimiento clave de las políticas keynesianas, bloqueó el libre funcionamiento del mercado laboral. El paro se disparó en todas partes, superando ampliamente los índices registrados en 1929. Se volvió entonces a las viejas fórmulas del liberalismo, rebautizado como "política de la oferta". Se recortaron los fondos sociales para disminuir las obligaciones de las empresas; se finiquitaron las conquistas sociales: escala móvil de salarios, salario mínimo, contratos de larga duración, etc. Se extendió la precariedad y los salarios bajaron por doquier. Se aceleró la degradación de las condiciones de los intercambios comerciales con los países del Sur, lo que provocó una crisis por sobre-endeudamiento de estos países de crecimiento hipotecado.
Aparecieron la desregulación y la deslocalización, y a medida que se frenó el crecimiento del "pastel" se habló de abolir todo lo que limitara una competencia cada vez más encarnizada. Para eso, hubo que doblegar políticamente a los que molestaban. En Gran Bretaña, Margaret Thatcher dejó que el hambre hiciera mella en los huelguistas en un conflicto que se prolongó a lo largo de un año, Salvador Allende aumentó, en nombre de los intereses del Sur, el precio de las materias primas, especialmente del cobre chileno; fue derrocado por los militares y la CIA. La guerra del Golfo castigó las pretensiones de los países petroleros de establecer una gestión equitativa y de largo plazo de sus recursos de hidrocarburos. Desapareció cualquier margen de maniobra tanto dentro de los países como en el ámbito de las relaciones internacionales.
Las relaciones internacionales salieron del statu quo de la guerra fría, se multiplicaron los conflictos y subió la tensión entre el Este y el Oeste: el presidente Reagan habló de "guerra fresca" y destinó grandes sumas de dinero a una carrera armamentística -la "guerra de las galaxias"- que precipitó el derrumbe definitivo de la economía soviética.
La década de 1990 asistió a la irrupción de la globalización; se la podría caracterizar como un mundo en busca de sus modalidades de desarrollo económico. La aparición y el crecimiento acelerado de las nuevas tecnologías transformaron los modos de producción. Cualquier trabajo intelectual o de servicios podía desplazarse surgiendo una "pseudonueva" economía dedicada a la información y a la producción virtual, pero sujeta a las mismas estructuras que las demás empresas y caracterizadas a menudo por una explotación aún mayor de los asalariados.
Se abandonaron los modelos de organizaciones nacionales o zonales. El marco nacional parecía obsoleto y destinado a ser sustituido por una Europa de las regiones que ya empezaba a perfilarse, y se criticó el marco europeo. A falta de una construcción europea social y política, se dijo que el proyecto naufragaba. Quienes veían antaño una ventaja económica en la construcción europea desde entonces se han deslocalizado ampliamente y frenan una construcción sociopolítica que renovaría los obstáculos a este liberalismo de tomo y lomo.
Y es que a falta de nuevos modelos, se vuelve a recurrir a los antiguos modelos, de principios de siglo. El mundo se ha convertido hoy en un lugar imprevisible e inestable, como un castillo de cartas, Asistimos al retorno de viejas herramientas como la versión ultraliberal del Estado. Éste debe desempeñar las funciones clásicas (protección, diplomacia y moneda) al menor coste posible (punto final ala función pública y a los servicios públicos). Esta sangría del Estado permite tanto bajar los impuestos (menos obligaciones para las empresas y mayor consumo de los asalariados) e incrementar la explotación: cuanto más ínfima sea la expresión del Estado, tanto menor será su capacidad de ejercer de árbitro, e incluso de luchar por su propia supervivencia.
La sociedad dual se impone en todas partes, con un desfase creciente entre algunos ricos que lo son cada vez más y un número de pobres en constante ascenso. ¿Es preciso recordar que un inglés o un americano de cada diez vive por debajo del umbral de la pobreza y que se trata en la mayoría de los casos de mujeres con hijos a su cargo?
La geoestrategia económica que vemos imponerse excluye a sectores enteros de la humanidad: África, gran parte de América Latina, el corazón de Asia. Incluso en las sociedades más aventajadas brotan bolsones de pobreza y zonas en las que impera totalmente la ley de la selva, como las antiguas metrópolis inglesas de Manchester, Liverpool o Leeds. El trabajo industrial escasea como resultado de la deslocalización y la automatización, y una porción cada vez mayor de la población vive ya sin esperanza alguna de conseguir empleo y depende de estructuras sociales cada vez más debilitadas o que no han existido nunca.
Se multiplican las zonas en guerra y la guerra económica hace estragos. Todo se convierte en mercancía y el GATT, convertido en Organización Mundial del Comercio, sanciona a los países que intentan proteger su cultura. "La libre circulación de los hombres y las ideas" proclamada en Helsinki en 1975, con motivo de la creación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), se transforma en una libertad meramente mercantil: todo está en venta, tanto la educación como las creencias, los jugadores de fútbol o las bonitas chicas del Este.
Todo eso no deja de tener graves repercusiones sobre las ideologías y las filosofías políticas, que se radicalizan. Asistimos al resurgir de la extrema derecha, a la adopción de teorías nazis por parte de algunos grupúsculos. Las derechas clásicas recurren a los tópicos de la seguridad, predican el mantenimiento de la pena de muerte. Se cuestionan los derechos conquistados por las mujeres. También están los partidarios de regresar a los valores tradicionales, familia y religión, que no dejan de recordar las tres K del conservadurismo alemán (Kinder, Kirche, Küche: hijos, iglesia y cocina).
Este mundo ofrece un semblante terrible y no proporciona más certeza que ésta: el capitalismo persigue siempre los mismos objetivos, los mismos instrumentos, los mismos modos de intervención.
LA CUESTIÓN DE LA DEMOCRACIA
El capitalismo ha dejado de necesitar a la democracia; la democracia es ahora antiproductiva. Y el liberalismo, su cobertura ideológica tradicional, está en aprietos. Contrariamente al siglo XIX, cuando era importante que el Estado financiase las carreteras o la formación de la mano de obra proveniente del mundo agrícola, hoy en día ya no resulta rentable mantener un Estado fuerte. Ya no es útil pagar el alto precio de las infraestructuras: existen en todas partes y sólo las grandes rutas resultan interesantes, por lo que se las privatiza; las demás, a cargo de poderes públicos locales, se degradan. De todas formas han perdido su función de vector del éxodo rural. Tampoco resulta ya útil invertir en la formación de gente que no desempeñará un papel productivo y que, gracias a esa formación, podría criticar, organizarse, en pocas palabras: resistir a la explotación. Se elude la formación, se la orienta paulatinamente hacia los aspectos técnicos en lugar de hacia el desarrollo y la realización del individuo. El objetivo más o menos confeso de ese sistema es rentabilizar el sistema educativo. Por otro lado, los representantes políticos intentan preservar a sus regiones de las deslocalizaciones, y proteger a sus electores de la pauperización. Así es que hoy en día vemos a liberales caer en la trampa de su propio discurso. Reclaman subvenciones para las actividades de su circunscripción, rechazan cualquier deslocalización que afecte a su territorio. Y pese a todo, se oponen a un verdadero control democrático de Europa y a reformas que resultan no obstante necesarias.
¿EN QUÉ SENTIDO FUNCIONAN LAS SECTAS COMO INSTRUMENTOS DE LA MUNDIALIZACIÓN O GLOBALIZACIÓN?
En este nuevo contexto globalizado, en el que la democracia recibe cada vez más ataques, tanto de los poderes económicos y sus esbirros como de una población harta de que se apliquen siempre las mismas políticas que agravan su explotación, despliegan su poder las sectas. Explotan las carencias creadas progresivamente en la sociedad. Proponen formación, apoyo escolar en los países del Este y ofrecen posibilidades de promociones en las sociedades más clasistas; también combaten la drogadicción. En resumen, proponen un modelo más "humano" que el de la sociedad global y asumen como propios los objetivos sociales que los Estados globalizados van abandonando. Los grupos sectarios asimilan la idiosincrasia ideológica de las sociedades en las que se infiltran. Deploran el "exceso", el consumo, el vacío espiritual de las sociedades desarrolladas, cultivan la "pseudobúsqueda de sentido". Se basan en la "escasez" de los países marginales para proponer otras formas de riqueza o sustituir a una oposición política inexistente o difícil de estructurar.
Las sectas tienen técnicas precisas y generan consentimiento, sumisión, obediencia ciega en sus adeptos. Han adaptado toda clase de técnicas desarrolladas por diversas escuelas de psicoterapia a un objetivo alienante. Manejan el asedio y la amenaza, y usan el descrédito y la propaganda negra contra sus adversarios (presiones psicológicas, chantaje). Gracias a sus variadas técnicas de "captación" de fondos constituyen imperios económicos: industrias, como Moon, servicios (formación, ingeniería) y "nueva economía" como la Cienciología. Gracias a su masa de adeptos funcionan como reservas de mano de obra prácticamente gratuita y explotable, como ocurre con el "voluntariado" de los testigos de Jehová. También pueden convertirse en centros de experimentaciones científicas, como en el caso de los raelianos.
Las sectas también han creado, a semejanza de la Cienciología y sus Celebrity Centres, activas redes de lobbystas: estrellas de la pequeña o gran pantalla, deportistas de élite y también parlamentarios, abogados, sociólogos, psicólogos, etc. Se trata al mismo tiempo de influir en la opinión pública y de infiltrarse en las esferas de poder, como hizo John Travolta, amigo íntimo de Bill y Hillary Clinton, pero también de llevar adelante una permanente batalla ideológica, con la coartada de una cruzada por "los derechos religiosos de la humanidad". Al igual que la mafia, las sectas tienen a corruptos a su servicios. Éstos no han sido iluminados por la verdad revelada, pero sí generosa y regularmente remunerados.
Así pues, tienen "mercancías" que vender; su propia producción sectaria -las técnicas de manipulación mental-, sus producciones económicas, su gigantesco volumen de mano de obra sometida, sus estrellas. Se venden al mejor postor a cambio de dinero o poder, al servicio de una ideología o de un Estado. Pero el matrimonio dura sólo una temporada y en función de misiones específicas. El dogma globalizador se complementa con dogmas sectarios: las sectas son un minilaboratorio del futuro.
Las sectas son grupos totalitarios. Como ha demostrado en su informe Jacques Michel, constituyen zonas de no derecho, ya que el gurú o los dirigentes ejercen a la vez los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Como bajo el nazismo y el estalinismo, todas las esferas de la vida están bajo control y los adeptos son extorsionados y obligados a obedecer y consumir. ¿Puede imaginarse algo más ventajoso para una globalización reñida con la democracia, a la que percibe como una molestia y un freno?
Sobre los escombros de la utopía comunista prospera un creciente individualismo. Las sectas lo intensifican: Ya no se trata de luchar por un mundo mejor sino de estar en armonía con el mundo, de estar a gusto con uno mismo y de gozar de buena salud, algo que exige una energía constante. La pérdida de espíritu crítico permite "dar gato por liebre" e imponer cualquier clase de productos, desde "polvos milagrosos" hasta talleres de auto perfeccionamiento; desde el voluntariado militante hasta la semiesclavitud; desde la dominación intelectual hasta la sumisión sexual. Dentro de la secta, nada escapa a la lógica mercantil: ni la asistencia médica, ni la alimentación, ni la enseñanza, etc.
Todo puede venderse, ya sean los niños o los vientres de sus madres, como se ha puesto de manifiesto con los proyectos de clonación del movimiento raeliano. Gracias a su masa de adeptos y especialmente a las "plumas", mujeres seleccionadas y reservadas a su uso personal, Claude Vorilhon, alias "Rael", ha logrado poner en marcha un nuevo proyecto: Clonaid. Tiene recursos para pagar a científicos y montar laboratorios, y va a llevar a cabo experimentos. De este modo amasa su fortuna, seduciendo a padres que han perdido a sus hijos. También les hace el juego a los grupos industriales contrarios a las leyes bioéticas. En su Mundo feliz hay un cariz mercantil que no existía en la novela de Aldous Huxley.
LAS SECTAS, BRAZOS ARMADOS EN DIVERSOS PAÍSES
Las sectas se dotan paulatinamente de los medios y recursos necesarios para desafiar a los Estados: valgan como ejemplo los representantes norteamericanos de la OSCE. Durante una sesión de esta organización en París, las autoras de este libro los recibieron en una sala de reuniones de la Asamblea Nacional, en presencia de diplomáticos franceses del Quai d'Orsay y de representantes de la embajada estadounidense en París. Su objetivo era impedir la aplicación de la ley About-Picard, para lo cual aducían imaginarias persecuciones religiosas emprendidas en Francia contra grupos religiosos. La conservación, de por sí agria y estéril, naufragó a raíz de una comparación entre la situación de los derechos humanos en China y en Francia. Pero nada de eso impidió que el senador de New Jersey, Chris Smith, y el asesor particular del presidente Clinton, Tancredo, transmitieran un comunicado de prensa a Reuters dando pábulo a estas falacias y comparaciones malintencionadas sobre los objetivos de la ley. Smith se dice católico, pero la anterior representante de la misma delegación, la difunta Karen Lord, pertenecía a un grupo sectario, Church of the Greater Grace, que en Francia ha sido dado a conocer por el Instituto Teológico Nîmes.
Como si de una dinámica mafiosa se tratara, el alumno sectario supera paulatinamente al maestro político. Todavía no se puede saber a ciencia cierta quién se hará finalmente con el poder, pero quienes observan el fenómeno con atención se lo preguntan con creciente inquietud. Este libro no propone un nuevo análisis de los mecanismos sectarios. Éstos ya han sido detectados, tanto en lo que se refiere a la demanda individual o social, incluida la búsqueda espiritual, como en lo tocante a las dinámicas grupales perversas que alimentan la capacidad de influencia sectaria.
Con esta obra nos hemos fijado, pues, tres objetivos: denunciar un desarrollo masivo del sectarismo, favorecido por las nuevas reglas económicas, políticas y culturales de lo que llamamos globalización; comprender las relaciones de fuerza que se forman en el escenario internacional y que convierten a las sectas en brazos armados del imperialismo; y combatirlas en pos de la supervivencia de nuestro sistema democrático.

CAPÍTULO 1

PRIMERA PARTE
INVENTARIO/ DENUNCIAR
CAPITULO 1
EMPRESAS BAJO INFLUENCIA
Donde más claramente se pone de manifiesto la condición de “laboratorios de futuro” de las sectas es en el mundo de la empresa. La idea más extendida entre la opinión pública es la de suna infiltración fríamente calculada que se puede denunciar o detener. Lo que queremos afirmar y demostrar aquí es que el sectarismo es sobre todo y ante todo una experimentación in vivo que lleva hasta sus últimas consecuencias métodos y técnicas relacionados con el conjunto de la economía globalizada, y que esta experimentación permite a las sectas ser reconocidas como socios económicos.
Vivimos una situación eminentemente paradójica. El debate público gira esencialmente entorno a la faceta religiosa autoproclamada de los grupos sectarios, y mientras tanto se sigue ignorando, o disimulando, la presencia cada vez mayor de las sectas en el mundo económico, productivo o financiero. Aparte de crear sus propias empresas, destinadas a la fabricación de santurronerías o productos pseudomedicinales o a reciclar y limpiar el dinero sustraído a los adeptos, el movimiento sectario ha entendido que la empresa terciaria, en su versión globalizada, le permite operar una verdadera penetración de la economía.
Hay muchas maneras de introducirse en el mundo de las empresas normales. El dinero, la competencia en materia de “consentimiento” y técnicas de management no el todo humanistas, entre otros, ofrecen a las sectas un gran abanico de posibilidades en el ámbito de la formación.
LAS EMPRESAS PROPIEDAD DE LAS SECTAS
AUTARQUÍA DE LAS SECTAS
El primer objetivo es, sin duda alguna, garantizar la perennidad del grupo. En La dérive sectarie, se presenta al grupo sectario como a un proveedor del “todo incluido”, desde la doctrina ala alimentación o los servicios. Cada grupo sectario intenta funcionar autárquicamente. Sirva como ejemplo la instinto - terapia de Burger: la doctrina predica la ingestión de alimentos crudos para brindar a cada cual la posibilidad de reencontrarse día a día con su instinto y elegir, en función de la consistencia, color, olor, etc., los alimentos que más le apetezca. Para satisfacción de los clientes, se crea una empresa filia de producción agrícola, que revende sus productos. En ciertas escuelas Steiner, por ejemplo, se venden productos farmacéuticos Weleda en exposiciones temporales. También ellos pertenecen a la galaxia de la Antroposofía.
También puede citarse el caso de los Testigos de Jehová. Solían imprimir en Francia todas sus publicaciones, que después vendían a sus adeptos para que éstos las revendieran o regalaran durante sus visitas puerta a puerta; hoy en día imprimen en Irlanda porque la URSSAF [Unión de Recaudación de las cotizaciones y de los subsidios familiares] y la Inspección laboral decidieron pedirles cuentas. En cuanto la presión estatal se activa en defensa de la ley, la respuesta de los movimientos sectarios es la huida. Huyen hacia países de la Unión Europea más laxos en materia de protección laboral y menos escrupulosos con el ejercicio de las libertades públicas.
Por otro lado, los importantes fondos propios de estos movimientos les permiten deslocalizar sus unidades o incluso organizar su insolvencia. En cuanto reciben el aviso de los controles, presentan balance y se declaran en quiebra, desembarazándose así de sus obligaciones fiscales, sus deudas y sus acreedores, pero también de sus obligaciones legales en virtud del derecho laboral.
El Estado es el “tonto del pueblo” y los movimientos sectarios no tienen inconveniente en tomarle el pelo todo lo que haga falta.
Las donaciones de los adeptos
La primera fuente de ingresos de las sectas siguen siendo las donaciones, voluntarias o no, pero en cualquier caso autorizadas por la ley de 1901 sobre las asociaciones. En el caso de los Testigos de Jehová, el informe parlamentario de 1999 Las sectas y el dinero precisa:
El dinero que año tras año pasa del bolsillo de los miembros a las arcas de la organización puede alcanzar sumas muy importantes. Las instancias de los Testigos de Jehová declararon haber recaudado, durante el ejercicio 1997 – 1998, donaciones por el valor de 85,6 millones de francos (13,05 millones de euros), a los que hay que sumarle las donaciones encubiertas a las asociaciones locales, estimados en 70 millones de francos (10,7 millones de euros) anuales. Puede considerarse, por tanto, que los ingresos anuales de los Testigos de Jehová superan los 150 millones de francos (23 millones de euros), aunque esa suma no incluye ni las donaciones encubiertas en forma e préstamos, ni las donaciones hechas a cambio de publicaciones de la secta. La AMORC ha recibido de sus miembros, en el transcurso de los últimos ejercicios, entre 21 24 millones de francos anuales (3,2 a 3,65 millones de euros).
Los siguientes movimientos manejan cifras parecidas: Soka Gakkai (entre 13 y18 millones se francos, es decir, 2 y 2,74 millones de euros) y Mahikari (9,7 millones de francos, o sea, 1,48 millones de euros en 1996). También la mayor parte de los 5 a 9 millones (de 760.000 a 1,37 millones de euros) de ingresos anuales de la rama francesa de la Iglesia Internacional de Cristo provienen de donaciones. [...] En 1996, Mandarom disponía de liquidez por 14,7 millones de francos (2,24 millones de euros).
Es lícito inquirir, como hace la Comisión, acerca del origen de algunas de estas donaciones, y no seria descabellado pensar que las sectas son, en algunos casos, cómodas estructuras e blanqueo de dinero.
El informe parlamentario inquiere también acerca de la espontaneidad de donaciones aparentemente legales y que también podrían ocultar la facturación de prestaciones o productos distribuidos por la secta a fin de disimular el carácter lucrativo de su actividad.
El coste de la adhesión al movimiento raeliano francés representaría, por ejemplo, el 7% de los ingresos de sus miembros, mientras que la pertenencia al “gobierno mundial geniocrático”, instancia superior de la secta, alcanzaría el 10%. Los dirigentes raelianos se han negado a responder a las preguntas sobre esta cuestión, alimentando de este modo las sospechas que pesan sobre sus prácticas.
Las sectas recurren muy a menudo al procedimiento de la reciprocidad, como han hecho los Testigos de Jehová, y hace ya algunos años, Hare Krishna. Si uno recibe un regalo (en nuestros ejemplos, un folleto “gratuito” o una flor), se siente en deuda, mucho más que en el caso de una compra. Se trata del “don/ contradon” el que habla Marcel Mauss.
El sistema de la donación permite disimular ante el fisco el carácter lucrativo de estas donaciones. Por otro lado, si una organización quiere hacerse pasar por una Iglesia, tampoco le interesará poner de manifiesto ese carácter lucrativo, casi simoníaco, ante el público.
En sus respuestas al cuestionario de la Comisión, varias asociaciones de Cienciología declararon que obsequiaban a sus generosos clientes con los servicios de la dianética. Representantes de la secta precisaron que la Cienciología practica un sistema de “donativos fijos” que revela claramente que recurre a formas encubiertas de venta. También los Brama Kumaris alega la gratuidad de los cursos o conferencias que organizan, pero recurren de hecho sistemáticamente a los donativos, que sustituyen cualquier forma de participación económica.
Las actividades sectarias
Por lo general, la actividad sectaria estándar consiste en vender prestaciones de servicios relacionados con cursos, pasantías o seminarios, acompañados o no de venta de obras, soportes “pedagógicos” o productos de culto o paramédicos a la clientela cautiva de adeptos. La Comisión parlamentaria ha señalado la importancia de estas “facturaciones”, especialmente en el caso de los grupos sectarios pequeños.
Invitación a la vida por ejemplo, gana cientos de miles de francos al año (1,1 millones de francos, es decir, 170.000 euros en 1995) vendiendo seminarios sobre “vibraciones”, casettes y boletines. Los ingresos de la Nueva Acrópolis en concepto de venta de productos y actividades (revistas, reproducciones, libros, manuales, conferencias, seminarios, viajes) oscilan de un año a otro entre 1,3 millones de francos (150.000 a 200.000 euros). Por otro lado, la venta de una amplia gama de productos reporta a la Oficina Cultural de Cluny entre 2,8 y 4 millones de francos (430.000 a 630.000 euros).
En cuanto a los grandes movimientos sectarios, la Comisión parlamentaria se basó en la información disponible sobre las rectificaciones de sus declaraciones impositivas, cuando los servicios competentes se la habían transmitido.
Las ventas de libros, conferencias y formaciones del movimiento raeliano fuernon rectificados por valor de 503.000 francos (76.680 euros) por los ejercicios de 1987 y 1989, rectificación confirmada por una sentencia del Tribunal de apelaciones de París, que demostraba el carácter comercial de los métodos utilizados. [...] La Soka Gakkai, por su parte, sufrió una rectificación de 16,9 millones de francos (2,56 millones de euros) por las ventas de prácticas, cursos y objetos realizados entre 1987 y 1990. También se controló la gestión de la AMORC entre 1989 y 1990, y entre 1992 y 1994, y tuvo que enfrentar notificaciones de liquidación de impuestos por una suma total de 60,8 millones de francos (9,27 millones de euros), a cuyo cobro se renunció parcialmente, como se ha visto, por decisión de la Dirección General Impositiva. La importancia de esta rectificaciones justifica por la enorme actividad de la secta: la base en el cálculo alcanzaba, en cuanto al impuesto sobre sociedades, 61 millones de francos (9,3 millones de euros) en 1988, 23 millones de francos (3,51 millones de euros) en 1989 y 22 millones de francos (3,35 millones de euros) en 1990.
Los Testigos de Jehová, cuyo carácter lucrativo no ha sido demostrado por el fisco, pusieron en marcha una verdadera maquinaria económica en torno a su imprenta en Louviers.
De 1992 a 1997, es decir, antes de poner fin a su actividad, la imprenta reportaba unos ingresos de entre 83,3 y 42, millones de francos (12,7 y 6,46 millones de euros) según los años.
La investigación parlamentaria sobre la Cienciología fue especialmente compleja y pormenorizada, y se basó en las respuestas (o no respuestas) a los cuestionarios, y sobre todo en las investigaciones llevadas a cabo en al marco del proceso de Lyon.
En último término, la Comisión destaca que la facturación derivada de la venta de prestaciones y productos de la Cienciología en Europa alcanza no menos de 300 millones de francos (45,73 millones de euros) por año y que la rama francesa, considerada durante mucho tiempo la niña bonita de la secta en el continente, representa buena parte de esa suma. [...] Sus ingresos a escala mundial oscilan entre los 10.000 y los 20.000 millones de francos (entre 152.000 y 305.000 millones de euros) por año. El trabajo de los adeptos
Un último método consiste en pedir a los adeptos que trabajen por cuenta de la organización para financiar sus prácticas, seminarios y demás prestaciones.
Un ministro del culto de la Cienciología declaró a la Comisión haber pagado la mayor parte de sus cursos ofreciendo sus servicios a la secta. Esta última ha institucionalizado, en efecto, este procedimiento abriendo centros en los que los adeptos con menor capacidad adquisitiva trabajan en condiciones extremadamente precarias, para financiar su itinerario dentro de la Cienciología. Se trata de un ejemplo característico de venta camuflada o falso voluntariado. Esta práctica pone en relieve el problema jurídico, ya señalado, de la instrumentalización de la noción de voluntariado, y al tiempo plantea la cuestión moral de una nueva especie de esclavismo basado en la manipulación mental.
Esta práctica de falso voluntariado se repite en otras empresas sectarias: los obreros de la imprenta de los Testigos de Jehová no percibían ningún salario sino una suma comparable a dinero de bolsillo ( de ahí el contencioso con la URSSAF). No figuraban como asalariados de la organización. El proceso en curso trata de demostrarlo.
Los adeptos regulares pero sin recursos económicos e Landmark Education también pagan su formación cumpliendo tareas de organización material y de control de los seminarios.
CREACIÓN DE UN PATRIMONIO Composición del patrimonio No sorprende, por tanto, que el patrimonio de las sectas alcance una importancia cuantitativa que el informe parlamentario de 1999 calificaba de “inquietante”.
Principales grupos
Capital
-Testigos de Jehová 150 millones de euros
-Soka Gakkai Francia 36,59 millones de euros
-AMORC 21,34 millones de euros
-Mahikari Francia 9,15 millones de euros El sector inmobiliario es la inversión preferida de las sectas. Les permite, por medio de inversiones directas o de SCI (sociedades inmobiliarias), habilitar locales para celebrar los diversos ritos y actos que marcan la vida de la secta. También viene a ser una forma de gastar y eventualmente de blanquear las sumas en metálico que reciben de sus adeptos. Las sectas se han convertido en compradores habituales de castillos y mansiones, sobre todo cuando hay problemas de herencia. No sólo tienen dinero; también disponen de la mano de obra necesaria para mantener estos vestigios del pasado.
Algunos patrimonios inmobiliarios son verdaderamente impresionantes.
Destacan varias organizaciones cuyo patrimonio supera los cien millones de francos (más de 15,24 millones de euros). Se trata, además de los Testigos de Jehová, de la Soka Gakkai, que se ha hecho con adquisiciones de prestigio, la Iglesia neoapostólica, que ha conseguido un patrimonio inmobiliario destinado a hospedar a sus fieles en las mejores condiciones imaginables, y Dianova, cuyas inversiones inmobiliarias han sido denunciadas por el Tribunal de Cuentas. Las siguientes son la AMORC, la Antroposofía, Moon, Mahikari y la Fraternidad Blanca Universal, cuyo patrimonio asciende a decenas de millones de francos (de 10 a 15 millones de francos). Por su parte, Hare Krishna, Tradición–Familia-Propiedad, el Movimiento del Graal, la Oficina Cultural de Cluny, los Rosa-Cruz de Oro y la Iglesia Pentecostés de Besançon oscilan entre los 10 y los 15 millones de francos (de 1,52 a 2,3 millones de euros), mientras que las demás son igualan esa suma.
El caso de los Testigos de Jehová es especial. Se hacen notar gracias a unas mil “salas del reino” distribuidas alo largo y ancho del territorio francés. La construcción de una de estas salas es siempre impresionante: varias decenas de “voluntarios” especialmente eficientes y bien equipados se ponen manos a la obra en menos de 24 horas después de la concesión del permiso de construcción. La secta estima que este patrimonio inmobiliario asciende a unos 91,5 millones de euros. Cuando trasladó su sede a Louviers, la asociación nacional vendió edificios y pisos en Boulogne-Billancourt y terrenos de Asine por 5 millones de euros (1,32 millones de euros sólo por su sede). Construyó en Louviers, en un barrio de propiedad exclusiva de la secta, un complejo administrativo y residencial que se convertido en el centro europeo de la organización. El movimiento posee, en otra zona de la ciudad, imprentas e importantes talleres (lavado, costura, etc.). En total, los edificios administrativos y de viviendas abarcan 4,5 ha., mientras que los locales de actividades y de almacenamiento representan una superficie de 19.500 m2.
La secta cifra su patrimonio inmobiliario “nacional” (es decir, sin contar los 91,5 millones de euros de las “salas del reino”) en unos 150 millones de euros.
También puede tratarse de capital industrial o comercial. Los Testigos de Jehová han invertido en la imprenta industrial. Otras asociaciones sectarias poseen participaciones en sociedades comerciales: El Patriarca, en el sector de la hostelería; la AMORC, en la edición-difusión; y Mahikari, en la empresa LH.
Los movimientos sectarios también están muy implantados en el medio de la formación profesional y de la consultoría a empresas, normalmente en áreas como recursos humanos, estrategia general y comunicación institucional. En efecto, los movimientos sectarios aspiran a crear vínculos con directivos o cuadros superiores y propiciar de ese modo una política en los puestos clave.
También nos las encontramos en el ámbito de la educación y en centros de acogida infantiles, en forma de escuelas primarias y secundarias privadas e incluso de pseudouniversidades.
Algunas sectas se han especializado en la informática, tanto en lo que se refiere a la consultoría como a la venta y mantenimiento de materiales. La creación de programas informáticos permite recabar información clave sobre las sociedades clientas y construir bases de datos sobre las personas, mercados y técnicas comerciales y financieras.
Otras sectas, por último, se han especializado en los ámbitos farmacéutico y médico-social, relacionándose, por lo general, con el ambiente “curandero”. Sus blancos preferidos son los cuidados a drogadictos, las formaciones de iniciación a medicinas alternativas y los seminarios de curación. Controlan asimismo los laboratorios que fabrican medicamentos paralelos, que en general como complementos nutricionales.
Diversas organizaciones sectarias recurren al sistema de la “franquicia” y venden licencias a sus adeptos, autorizándoles a explotar los métodos del movimiento, en el marco de cursillos y seminarios, por sumas que van del 5 al 25% del precio del cursillo. Este dispositivo de “franquicia” es lo que caracteriza la implantación de la Cienciología en unos cien países, en el marco de la fundación WISE (World Institute of Scientologist Enterprises), creada en 1979.
El método de desarrollo personal Avatar funciona también de acuerdo con el método de la franquicia e incorpora además una dosis de venta piramidal. De este modo, un master adaptado al método dispensa cursos, y devuelve entre el 30 y 40% a la sociedad Star’s Edge International, que se queda con una parte y transfiere el resto a la oleada de padrinos del master. La Comisión detectó un sistema comparable en el caso de Landmark Education International y el método Silva.
Los grupos sectarios tienen a menudo una cartera financiera:
Las asociaciones francesas de la Soka Gakkai disponen de una cartera SICAV cuyo valor neto era el 31 de diciembre de 1997, de 64 millones de francos (9,74 millones de euros). Los inmovilizados financieros y los valores mobiliarios de las instancias nacionales de los Testigos de Jehová alcanzaban, el 31 de agosto de 1998, los 62,9 millones de francos (9,59 millones de euros). Las asociaciones locales de la misma secta también realizaron, de acuerdo con las informaciones recabadas por la Comisión, inversiones financieras por valor aproximado de 500 millones de francos (76,22 millones de euros), depositados en la red de un único banco.
El rendimiento anual de estas inversiones financieras es, según la Comisión Parlamentaria, de 1,3 millones de francos (200.000 euros) en el caso de la AMORC, y de entre 1,1 y 1,6 millones de francos (de 170.000 a 120.000 euros) en el de Mahikari. Los productos financieros de la Asociación Los Testigos de Jehová alcanzaron, en 1992-1993, 16,6 millones de francos (alrededor de 2,5 millones de euros).
Como subraya el informe parlamentario, la existencia de estas inversiones plantea el problema de las relaciones entre las sectas y las entidades financieras. Está claro que el mundo de las finanzas no es insensible al poder financiero de determinadas organizaciones sectarias.
La Comisión ha constatado la colaboración entre un gran banco y los Testigos de Jehová, gracias a la cual las asociaciones de la secta consiguen condiciones privilegiadas en todas sus sucursales. Al parecer, estas condiciones tienen que ver con el funcionamiento de las cuentas bancarias, la remuneración de los recursos y la concesión de préstamos inmobiliarios de bajo interés y formas de pago flexibles. El proceso de Lyon contra la Cienciología evidenció inquietantes vínculos del Crédit Lyonnais con uno de los protagonistas del juicio.
Todas estas empresas, creadas inicialmente para entender las necesidades del grupo sectario (todas las sectas producen sus insignias pseudorreligiosas, sus eventuales uniformes, publican e imprimen sus diarios y libros, su material didáctico y, en ciertos casos, sus productos nutritivos o “medicinales”), permiten también reciclar el dinero de los adeptos. Cada día se vuelven más poderosas y tienden –cosas del sistema económico- a diversificarse. Reúnen de este modo un patrimonio cada vez mayor, ya sea esencialmente inmobiliario (AMORC), en forma de holding multinacional (Moon), federando una retahíla de empresas identificadas con la misma doctrina, con circuitos económicos complejos (como la NEF, o Nueva Economía Fraterna, y la galaxia de la antroposofía), o pagando la cuota en los alto de la pirámide (el label WISE de la Cienciología).
Estas empresas prosperan rápidamente. Hay para eso muchas razones. En primer lugar, no faltan capitales de inversión y si se necesitan más, se ejerce una presión adicional sobre los adeptos. Hay muchos ejemplos, desde la petición de la Soka Gakkai de una participación extraordinaria en la cuotas suplementarias solicitadas a los padres de alumnos de las escuelas Steiner (además de los gastos de matrícula), hasta las peticiones adicionales de Rael para su escudería de carreras o sus operaciones de clonación.
En segundo lugar, porque la mano de obra suele ser gratuita o prácticamente gratuita. Abundan los testimonios de ex-cientólogos y antiguos Testigos de Jehová. En estructuras más reducidas y comunitarias, de tipo Horus, los adeptos pierden la conciencia del trabajo que hacen por la comunidad y por vender sus productos en el mundo exterior.
Por último, porque la salida comercial está garantizada. Un editor nunca sabe a ciencia cierta si la obra que publica encontrará un público suficiente, pero las producciones del grupo sectario siempre encuentran consumidor, porque el comprador está forzado y bajo influencia. En estas condiciones, las empresas sectarias se vuelven rápidamente atractivas.
Colaboración y búsqueda de honorabilidad
Los primeros socios son los proveedores, ya que, en período de crisis, nadie hace demasiadas preguntas. Algunos pueden proveer mano de obra. Así, un CAT (estructura de adaptación por el trabajo para minusválidos mentales leves) ha trabajado, sin hacer preguntas, en la impresión y encuadernación de revistas de la Cienciología.
Pero de la colaboración se pasa rápidamente a la asociación financiera y los dirigentes de los grupos sectarios quedan convertidos en respetables hombres de negocios. Moon llegó a seducir y convencer al hermano de un dirigente del CNPF, antecesor el actual MEDEF. Hay empresas de cienciólogos que pagan la cuota WISE trabajando en proyectos comunes con Microsoft sobre el desfragmentador de la versión Windows 2000 o el antivirus Panda.
Es evidente que el sector bancario y las Bolsa sacan provecho del maná sectario pero sigue pendiente el estudio de estos circuitos, de los que apenas se conoce una parte ínfima. Se da la sugerente casualidad de que los bancos suizos y luxemburgueses conocidos por blanquear dinero de la droga tienen a las sectas entre sus clientes. TRACFIN sigue de cerca estos intercambios que se desarrollan entre Europa y Estados Unidos.
Estos “hombres de negocios” ya convertidos en notables, se infiltran en la alta sociedad y en las esferas de poder. El ejemplo más espectacular es el de Daisaku Ikeda, líder de la Soka Gakkai, que financia al ex presidente Mijail Gorvachov y ha llegado a escribir con él un libro por la paz.
LAS TÉCNICAS SECTARIAS
MANIPULACIÓN MENTAL O “ESTADO DE SUJECIÓN”
No se trata aquí de desarrollar todos los aspectos de los mecanismos sectarios, que ya han sido tratados en otras obras, sino de recordar sus principales características.
El futuro adepto no es un ser disminuido. No presenta a priori una personalidad patológica. Simplemente se encuentra mal, en determinado momento, en nuestra sociedad. Tiene carencias: falta de sociabilidad, déficit de espiritualidad o de valores éticos, falta de reconocimiento personal o profesional. No sabe dónde expresar su rebelión contra la injusticia del mundo, el valor del dinero, la falta de consideración por los débiles, la corrupción, etc. No quiere recibir ayuda. Quiere donar algo de sí mismo. Donar su tiempo, su energía, sus competencias. Pero la pregunta es: ¿a qué causa dedicarse? Está buscando un grupo, oportunidades para superarse, para salir de la cotidianidad y la banalidad. Quiere vivir de otra manera.
Si se topa en ese momento con un grupo sectario que se nutra de sus aspiraciones y su rebeldía, estará dispuesto a seguirlo hasta el fin del mundo. El encuentro mismo lo transforma y lo exalta: por fin ha dado con lo que inconscientemente estaba buscando.
El grupo sectario sabrá usar ese entusiasmo. Evidentemente, las aspiraciones y la rebeldía del futuro adepto ni interesan más que durante el tiempo indispensable para atraerlo. En contrato está viciado desde el principio. Quien se incorpora cree encontrar lo que se anuncia. Pero el grupo se vale de ese reclamo como de un engañabobos para explotarlo acto seguido con fines de poder y dinero.
El gurú, el líder o el dirigente local juegan en todo momento con el voluntariado del futuro adepto: “Has venido porque has querido. Para cambiar (para cambiarte a ti mismo y para cambiar la sociedad, el mundo del futuro), debes aceptar lo que te prescribimos”. Y las prescripciones van todas en la misma dirección: la desestabilización del adepto y su transformación en un ser que obedezca incondicionalmente las órdenes que reciba.
Hay muchas técnicas de desestabilización y además pueden combinarse de diversos modos. Las sectas utilizan técnicas antiguas –ayuno, perfumes, luces muy fuertes o prácticamente inexistentes, sueño ininterrumpido, ejercicios repetitivos de declamación o meditación- o procedentes de psicotécnicas –fomentar testimonios vibrantes dentro del grupo, reviviscencia de recuerdos tristes, jugar con los sentimientos de culpa, con las fobias y el miedo-. Sean cuales sean las técnicas empleadas, todas tienen un mismo objetivo: que la persona que entra pierda sus referencias, quede infantilizada y se aferre a quienes la han hecho entrar. Éstos se convierten en sus guías y mentores. El nuevo adepto sólo puede pasar por ellos, no conoce las referencias, cuyo idioma no maneja. Y es que todos los grupos sectarios imponen in neoidioma, ligado en mayor o menor medida a la doctrina: los estados del karma de la Antroposofía, los Elohim de Rael, la Rontech de la Cienciología o el esoterismo medieval de la AMORC.
A continuación citamos varios ejemplos de esta desestabilización:
Landmark propone principalmente un recorrido llamado el currículum de vida. La primera etapa se llama Foro. Se trata de un cursillo de cuatro días en una gran sala en la que reúnen entre 50 y 250 personas. Transcurre de modo invariable. El animador expone una idea ante la concurrencia y solicita a continuación la opinión de los participantes. Entre estas ideas: “Los rackets: ¿No os ha pasado que, pese a quejarnos de algo, este algo persista? ¿Es posible que seáis en alguna medida responsables de ello? De ser así, ¿qué ganáis con ello?”. Otro ejemplo: “Las fórmulas ganadoras: todos tenemos fórmulas que nos han valido éxitos, formas de actuar que han funcionado en el pasado y con las que contamos. A menudo, el uso de estas fórmulas nos deja un resabio de insatisfacción, como una insuficiencia y un intento incesante de conseguir siempre más. En el Foro Landmark tendréis la ocasión de descubrir vuestras fórmulas ganadoras y la fuente de vuestra identidad, y mirar más allá de los límites que os imponen”.
A partir de estos temas, se invita a cada participante a tomar la palabra y a contar su experiencia ante una audiencia atenta. Algunas personas confiesan cosas que nunca se hubieran atrevido a contarle a nadie. Otras evocan sin pudor sus problemas sexuales. También hay quien habla de sus relaciones conflictivas son sus padres. Las historias engarzan unas con otras, y reciben siempre un aplauso. Estas “confesiones públicas” suelen producir alivio en quienes han tomado la palabra. En cuanto a los que escuchan, a menudo se emocionan, “Uno se ve reflejado en los testimonios ajenos. Muchas veces, nos conmueven. Es como un efecto-espejo.” Tras pasar tres días en este régimen, la mayoría de los participantes dice estar “eufórico”.
Hay otro ejemplo de una entrada espectacular en la Orden del Templo Solar:
-Thierry –me dijo-, no te has encarnado en vano en este mundo. Serás llamado, dentro de muy poco tiempo, a cumplir una gran actividad espiritual, y dentro de poco te encontrarás frente a seres importantes. Lo sé, me han avisado. En nuestros próximos encuentros, te pediré que te unas a mí detrás de esta mesa. Deberás proseguir la conferencia allá donde yo la haya interrumpido. No tienes nada que temer, lo s maestros de lo invisible te ayudarán.
¡Los maestros de lo invisible! ¡Yo! Estaba emocionado, y Natalie [mi compañera] también estaba alterada. [...] Volvimos a la semana siguiente, pero esa vez sumidos en un estado emocional tal que no intercambiamos palabra en el coche. En lo que a mí respectaba, no había pensado en otra cosa durante toda la semana, y la idea de ser reconocido, de alcanzar al fin mi destino, hizo que el trabajo me pareciera liviano. Era un jueves por la noche –las órdenes iniciáticas suelen reunirse el jueves por la noche, día en el que los iniciados comunican tradicionalmente con el mundo invisible-. [...] Aspiraba a ser llamado y, al mismo tiempo, temblaba de emoción [...].
-Levántate, Thierry –me dijo Mercier- y ven junto a mí. Bueno, queridos amigos, yo sé todo lo que tenía que revelaros esta noche, pero Thierry también lo sabe y es él quien os lo dirá. Quiero comprobar que los maestros del invisible le hayan transmitido el mismo mensaje que a mí.
¿Qué mensaje? No recordaba haber escuchado nada especial. Estaba al borde del desmayo. Sudaba mucho y mis piernas me llevaron con dificultad hasta la tarima. ¿De qué debía hablar? [...]
-Deja de temblar –me dijo alzando la voz-. Vamos, Thierry, todo irá bien.
Cerré los ojos y empecé a hablar. ¿Qué dije? No lo recuerdo. Me dejé llevar por la inspiración. Hablé durante media hora, con los ojos cerrados, sumido en una intensa escucha de mí mismo. Algunos movimientos preconizan la autohipnosis, con la ayuda de un punto luminoso. Al cabo de varios ejercicios, el neófito “alcanza un estado de sujeción compatible con una manipulación psicológica eficaz”.
En efecto, no basta con desestabilizar. Hay que reconstruir al que ha entrado para convertirlo en un adepto totalmente enrolado. Para eso, el grupo sectario dispone de muchos registros. Se apoya sobre la espiral de los “sí”. Aunque parezca fácil decir “no” de buenas a primeras, se convierten en algo difícil una vez que se ha adoptado la costumbre del “sí”. Pongamos un ejemplo trivial: ¿si se acepta salir ocho, diez veces, con la misma persona, cómo justificar una negativa la undécima vez? El grupo pone pues al iniciado en situación de decir siempre que sí, de manera repetitiva. En caso de duda, es difícil para él rechazar un paso más, un ejercicio más. Además, ya ha invertido dinero y tiempo y está afectivamente implicado en el grupo. Cada vez es más difícil decir que no.
El grupo sectario modifica todas las apreciaciones y referencias anteriores. Juega con el tema de las decisiones. Se explica al adepto que si antes de entrar en contacto con el grupo no se sentía bien era por culpa de las decisiones equivocadas tomadas anteriormente. Todas las decisiones. Ya se trate de sus relaciones de amistad, profesionales o conyugales, hay que ponerlas en tela de juicio. Hay que dejar atrás las convicciones morales, religiosas, filosóficas, indistintamente. Tampoco lo aprendido anteriormente vale ya nada. “Hagamos tabla rasa con el pasado”, ya que el pasado, las decisiones del pasado, no nos permitieron alcanzar una vida satisfactoria. El adepto no rompe sólo con su familia sino con toda su personalidad anterior para adoptar otra nueva, modelada por el gurú y el grupo, centrada en el gurú y el grupo.
El adepto acepta estos cambios y rupturas porque llegó libremente. La llamada al orden no se hace esperar: si no quiere acatar algo, puede recaer en el malestar de antes. Y el adepto manipulado se hunde cada vez más.
Lo controlan constantemente para cerciorarse de que su nueva personalidad de adepto esté bien implantada. Los adeptos no están nunca solos, y al poco tiempo se los envía a realizar tareas de proselitismo, para reforzar la influencia que se tiene sobre ellos. Convencer a otros significa ante todo estar convencido de uno mismo. El proselitismo desempeña un doble papel: reforzar la influencia sobre quienes ya están bajo control y extender el grupo. Los ex adeptos los han descrito muy bien.
EL CONSENTIMIENTO
Hay que hacer un esfuerzo para entender bien lo que pasa dentro de una secta. Aunque la mayoría de los expertos en el fenómeno admiten la noción de totalitarismo, no todos sacan de ello conclusiones históricas y políticas. Dentro de una secta quedan abolidas las reglas normales del juego social: ya no hay “Estado de derecho”, es decir, ya no hay democracia, ni siquiera Constitución (como recalca Jacques Michel, desaparece la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial). La misma ley, el nomos fundador de la democracia griega, es fluctuante puesto que ahora depende exclusivamente del gurú.
Las reglas básicas de la “vida en comunidad” son violadas sistemáticamente. Se ridiculiza la prohibición del incesto y la transgresiones perversas del gurú, ejecutadas por el grupo instrumentalizado, ponen en práctica un ataque metódico contra las relaciones y cancelan todas las diferencias simbólicas (individualidad, sexo, generación, cultura).
Y, sin embargo, a pesar de los abusos sexuales o económicos, la explotación, el miedo y las dudas, los adeptos se quedan. Los grupos sectarios han logrado ejercer presiones extremas sobre pequeños grupos humanos con la aceptación de las víctimas. A este respecto, el título de la obra de Paul Ariès, La Scientologie, laboratoire du futur, parece perfectamente ilustrativo.
Lo que ocurre dentro del grupo sectario –la extorsión del consentimiento, la sumisión del adepto- despierta gran interés en quienes dirigen el mundo económico. Saben que una mayor explotación, como la que se constata en plena globalización, tiene necesariamente sus consecuencias.
Si volvemos la mirada sobre la historia del capitalismo, constatamos varias fases durante las cuales el beneficio obtenido quedó limitado más o menos rápidamente por ciertos contrapoderes, sindicales o políticos, que instauraron reglas nuevas. Así, durante la primera etapa del capitalismo, a principios del siglo XIX en Inglaterra, la explotación produjo tales tasas de mortandad que fue necesario legislar para reducir la jornada laboral. La propia clase obrera inglesa estuvo en peligro de extinción. En la segunda época del capitalismo, de 1860 a 1929, las tensiones sociales se intensificaron considerablemente y dieron lugar a lo que Marx llamó lucha de clases, es decir, una lucha sin cuartel por un reparto más equitativo de los beneficios: los organismos sindicales se estructuraron, resistieron en las empresas y se pronunciaron políticamente a favor del reformismo (socialdemócrata) o de la revolución leninista. La crisis de 1929 brindó la ocasión de revisar todos los avances sociales de los obreros: Mussolini en 1929 y Hitler en 1933 suprimieron las organizaciones obreras, lo que supuso grandes ventajas para muchos empresarios o dirigentes políticos. Pero al mismo tiempo desaparecieron la democracia y sobre todo las reglas de un “mercado libre” en el sentido acuñado por Adam Smith. La tercera época de capitalismo se abrió camino de la mano de los neoliberales y Keynes: se protegió a la clase obrera nacional con buenos salarios y redistribuyendo parte de los beneficios en forma de prestaciones sociales y, al mismo tiempo, se explotaba sin ley ni reglas al resto del mundo, por medio de un neocolonialismo que degradó constantemente los términos del intercambio. Los conflictos sociales, la inestabilidad política, los peligros de extensión del comunismo de modelo ruso o chino proliferaron en otros lugares: Cuba, Bolivia, Nicaragua, el Congo de Lumumba, Burkina Faso, Corea del Sur, Indonesia, por citar sólo los “conflictos” más conocidos. La política americana del big stick (“gran bastón”) tocó un techo evidente en Vietnam y en Oriente próximo, y hubo que echar mano otra vez de algo nuevo, algo que permitiera al capitalismo seguir acumulando beneficios sin provocar la explosión del planeta.
En el contexto de esta nueva fase del capitalismo que llamamos globalización, las técnicas sectarias despiertan interés: ¿cómo explotar al máximo a la gente con su consentimiento? Encontramos en una edad de oro del consentimiento.
LAS NUEVAS MODALIDADES DE LA GESTIÓN
Lo que llamamos globalización ha traído consigo una transformación de las empresas. El sector terciario se ha impuesto en todos los frentes y acapara entre el 70 y 80% de la población activa. Resulta pues esencial invertir en “saber” y la educación se convierte en un tema crucial.
Pero el sector terciario es un cajón de sastre en el que sociólogos y economistas se desorientan. Se habla cada vez más del sector terciario para referirse a los servicios mercantiles de bajo nivel, desde el limpiabotas hasta el camarero de restaurante de comida rápida sin jornada laboral completa, desde el pequeño comerciante hasta el maestro, desde el agente de seguros hasta el conjunto de la administración pública. Se denomina “cuaternario” al sector de servicios mercantiles con mucho valor agregado: investigación pura o investigación-desarrollo, finanzas, producción de bienes culturales (medios, prensa, edición, arte). La efímera “nueva economía” intentaba hacerse un lugar en este sector.
¿Hasta qué punto participan activamente las sectas? El ejemplo más evidente es el de la clonación humana reproductiva. Prohibido por todos los comités de ética y los grandes Estados, necesita fondos y cobayas, y una estructura transnacional: la secta de Rael reúne las condiciones necesarias, y aunque hoy en día podamos pensar que sólo de trata de un golpe de efecto publicitario, a nadie se le escapa que ciertas empresas médicas o farmacéuticas habrán tomado buena nota de la posibilidad de cooperar con ella en proyectos de clonación o en otras experimentaciones.
La globalización es también, como veremos más adelante, una nueva forma de la guerra económica. Las técnicas de management se han endurecido considerablemente en este contexto. Más allá del lado perverso, profusamente denunciado, hemos asistido, ante todo, al nacimiento de un nuevo tipo de management. Quien dirige debe ser hoy en día un guerrero, un cruzado de la guerra económica. Recibe una formación “de hierro” como la que solía reservarse a lo s comandos especiales. Los seminarios de formación incluyen pruebas físicas (salto son elástico, por ejemplo), en los que el futuro cuadro debe demostrar su valentía. Se lo prepara para convertirse en un “matador”: en un cursillo de una gran empresa especializada en publicidad cuya divisa oficial es Be a killer, los postulantes tenían que matar a un gato para demostrar su capacidad de no “andarse con sentimentalismos”.
Por otro lado, las empresas globalizadas son distintas de las que habían en la década de 1960. Se han reducido las posibilidades de reacción de los asalariados respecto a las nuevas formas de explotación.
A menudo, el trabajo se fragmenta: la presencia en la empresa es cada vez menor, como pone de manifiesto tanto el fenómeno del teletrabajo como los jóvenes cuadros que trabajan con ordenador portátil y cuyos contactos con los demás asalariados son cada vez menores. Las técnicas de evaluación permanente de resultados y la rivalidad cultivada entre servicios obstruyen los cauces tradicionales de lucha y reacción. La formación, a menudo especializada y meramente técnica, reduce la aptitud de los asalariados para recibir el contexto general de su explotación, y por tanto también sus posibilidades de concebir una respuesta eficaz.
Además, las permanentes amenazas de deslocalización, una tasa persistente de paro, los sucesivos fracasos de las luchas sindicales de asalariados de empresas que cierran pese a su incontestable éxito económico (Renault en Bélgica, Michelin, Lu o Molinex) dificultan las reacciones: si a finales de la década de 1980 podía decirse que los asalariados estaban a la defensiva, hoy cabe hablar ya de una especie de derrotismo.
En este nuevo contexto, las técnicas sectarias tienen un impacto aún más profundo. Se considera que cada individuo es responsable de su fracaso o éxito profesional, que ya no se le engloba en el marco general de evolución del mundo, de la economía y de la empresa, sino que se le sitúa a escala individual. Todo el mundo debe convertirse en ganador.
El elitismo de las sectas, las promesas de progresión, de soluciones milagrosas, de perfeccionamiento individual van en la misma dirección. Quienes caen en la trampa son los individuos con dificultades profesionales, a raíz de un cursillo de formación, una terapia, una reunión, etc.
Todas las técnicas sectarias de consentimiento interesan también a estas empresas globalizadas: más vale tener empleados pasivos y satisfechos que empleados reivindicativos. Y las técnicas de management se asemejan cada vez más a las técnicas sectarias: practican el acoso, el control permanente, la exigencia de disponibilidad, el espíritu de empresa llevado a extremos grotescos. Cabe citar el ejemplo de la PNL o del análisis transaccional. La programación neurolingüística no es en sí misma rechazable, pero ciertos educadores sectarios, o buenos gestores globalizados, la utilizan con fines alienantes en lugar de emancipadores, de modo que el asalariado “formado” en la PNL o el análisis transaccional aprenderá a reconstruir todas sus reflexiones negativas sobre la empresa para ponerse en tela de juicio a sí mismo. Así es que de un trabajo a priori liberador (“lo que puedo cambiar de esta situación soy yo mismo”), capaz de proporcionar una solución conveniente a un conflicto familiar o de pareja, se pasa, tratándose de una capacitación empresarial, a algo muy distinto. La empresa siempre tiene razón y si hay problemas, es asunto mío, soy yo el que tiene que cambiar. Se llega a la explotación consentida y al rechazo de la percepción de la explotación como una falta o un pecado. La reivindicación de presenta pues paulatinamente no sólo como algo anticuado e inadaptado, sino también como una trasgresión de la norma. Cada individuo se integra en un nuevo orden social en el que el único responsable del éxito individual y colectivo es él mismo.
LA LÓGICA PROCEDIMENTAL
La lógica gestora, que se ceba en los servicios públicos, después de purgar a las empresas privadas, funciona mediante procedimientos: evaluación de necesidades, auditorías financieras y organizativas.
El interés del management contemporáneo por estos procedimientos radica en que están cerrados sobre sí mismos. La reflexión dibuja un círculo cerrado y no puede sino desembocar en el punto preestablecido. La situación del departamento o de la empresa está descontextualizado: se trata del departamento X y de la empresa Z, y la búsqueda de soluciones se opera exclusivamente en el marco del departamento o la empresa correspondientes. En el caso, por ejemplo, de procedimientos de auditoría que pretendan redefinir las prioridades de cada servicio de un hospital, el marco procedimental no prevé la posibilidad de plantear la eventual necesidad de recursos adicionales. Todo eso motiva una competición despiadada por la recuperación de créditos, sin que importe que otros servicios puedan verse severamente perjudicados y sin entablar una reflexión global sobre la institución en su conjunto.
Muy a menudo, el objetivo apenas velado de ese proceso es “trasladar al exterior de la empresa los costos y conflictos”, es decir, la privatización o subcontratación de sectores enteros: ya sea porque resulten poco rentables y se tema mucho a los raiders –que podrían tomar el control de empresas demasiado importantes y de actividades dispersas para conservar únicamente la “joya” productiva-, porque la empresa misma necesite, en el contexto de la globalización, seducir a sus accionistas y conservar exclusivamente sus sectores más rentables, o bien porque estos sectores hayan mantenido su espíritu reivindicativo y se sigan mostrando combativos.
Estos procedimientos impiden por sí mismos la lucha sindical porque crean rivalidades internas y cancelan la distancia necesaria para el pensamiento crítico: sin contexto, en un marco cerrado, no se puede pensar de modo crítico, a no ser que se rechace de plano el procedimiento mismo, lo que no resulta fácil.
Los procedimientos educativos funcionan igual. Cabe citar el ejemplo del “diagnóstico enfermero”. Cuando se pone en marcha este cursillo de formación, suele corresponder a una verdadera demanda de las enfermeras de hospital. Tanto para quien lo imparte como para sus destinatarias, se trata de reconocer el estatuto particular del personal no médico del hospital ante los pacientes, La idea, justa y generosa, consiste en tener en cuenta el entorno social, familiar y profesional del paciente, lo que determina su día a día, y que los médicos hospitalarios no pueden conocer. Las ventajas para el paciente son obvias.
Pero el curso puesto en marcha funciona sobre la base de un “referencial” inspirado en métodos de la Cienciología. No se puede rescatar ni una parte de él, ya que está de entrada viciado por premisas falsas: lo importante pasa a ser el contexto religioso del paciente, su angustia ante la muerte y las soluciones religiosas o pseudorreligiosas que se propongan. Sin embargo, ciertos miembros del personal dirigente de enfermeros no tardaron en sospechar del curso el formación, reclamaron una investigación e hicieron suspender el curso.
En los procedimientos empresariales más recientes, el consultor evalúa, juzga, reorganiza y proyecta: se convierte, de hecho, en el verdadero responsable, define la estrategia y los objetivos, incluidos los humanos, de la empresa o del departamento. Este rol de responsable externo es lo que ha impulsado a grupos sectarios como la Cienciología a invertir grandes sumas en este sector profesional.
HACIA EL RECONOCIMIENTO
Hay varios ejemplos que dan una idea más precisa de la inquietud que puede embargar a los Estados democráticos. Hemos entrado en un círculo vicioso en el que las sectas ganan terreno día a día, de victoria en victoria.
Se crean empresas para disimular a la secta. Funcionan bien –dada la explotación de los adeptos- y crean, de paso, vínculos cada vez más estrechos con el mundo económico. Y este mundo económico adopta y difunde tanto la doctrina como los métodos sectarios.
Las sectas pueden entonces desarrollarse de modo más visible, integrarse en el panorama de la globalización: quedan profesionalmente validadas, homologadas. Cumplen las condiciones que exigen ciertas empresas, intervienen en las empresas; unos y otros aconsejan entrar en contacto con ellas.
Ganan terreno económico, pero también terreno sectario: las empresas se convierten en una cantera en la que captar adeptos y ejercer un proselitismo es más flagrante.
De ese modo pueden obtener recomendaciones y favores, acceder a ficheros y venderlos, cometer delitos de iniciados. Eventualmente, ubicarán a gente en lugares estratégicos de alta seguridad –centrales nucleares, laboratorios de investigación científica avanzada- y se dedicarán con toda tranquilidad a espiar.
Aunque su objetivo inicial era otro, la evolución de la globalización les ha brindado la oportunidad de construir una especie de sociedad paralela.
RESISTENCIAS
Ante este reconocimiento más o menos implícito de las secta se da una serie de reacciones.
Los primeros en reaccionar son los que ven en la infiltración sectaria una menaza para la seguridad, como EDF, que rechazó el nombramiento de un cienciólogo como director de una central nuclear. Después están quienes tienen mucho que perder con el espionaje industrial y que organizan cursillos de formación sobre la “inteligencia económica”. Estos dos grupos apoyan a los poderes públicos en su acción contra las sectas y las combaten con contra propaganda. Las empresas o servicios públicos incautos que se han dejado infiltrar quedan desprestigiados. Las consecuencias del desprestigio pueden llegar a suponer, para una empresa que haya perdido fiabilidad, la pérdida de participaciones de mercado.
También se ha dado otro tipo de reacción: la denuncia judicial. Los dirigentes de una empresa relacionada con la Cienciología consideraron, en efecto, que la publicación de un informe de la Comisión de investigación parlamentaria incurría en injurias y emplazaron a los parlamentarios miembros de la Comisión ante el tribunal de Gran Instancia de París. Reclamaron tres millones de francos por daños y perjuicios (460.000 euros), 250.000 francos (38.110 euros) para cada uno de los integrantes de la sociedad.
La denuncia fue desestimada ya que, en aplicación de los artículos 26 de la Constitución y 41 de la ley sobre la prensa, los parlamentarios no pueden ser procesados “por opiniones o votos emitidos en el ejercicio de sus funciones”. Esta Comisión de investigación (Las sectas y el dinero) había revelado, tras varias audiciones, las relaciones de este organismo de formación con diversas asociaciones cienciólogas. Más adelante se decretó la disolución de ese organismo.
La mediatización de las amenazas sectarias ha contribuido a concienciar a los asalariados, sindicatos, representantes políticos y dirigentes. En todas las grandes empresas se ha ido informando paulatinamente de las amenazas sectarias a los responsables de la seguridad. Esta formación trata del blindaje informático. El espionaje industrial no deja de ser uno de los principales peligros. Algunas empresas, como la SNCF, colaboran con la Misión interministerial de lucha contra las sectas.
La ley sobre el acoso moral, aprobada en 2001, brinda mayor protección a los asalariados frente a ciertas técnicas inadmisibles de management o a jefecillos perversos. Protege asimismo a las empresas de las infiltraciones sectarias.
En el acta de una reunión del comité de empresa de un grupo bancario internacional, en mayo de 2000, figura la siguiente intervención de los médicos laborales:
El doctor C. llama la atención de la dirección sobre el estado de estrés de los cuadros de más de cuarenta años, debido al trato que reciben cuando se cuestiona su trabajo en función de su edad y no de sus competencias. Estas reiteradas denigraciones se asocian a una “desestabilización organizada” y se las “considera un instrumento de gestión”.
El médico concluye que hay un “acoso moral [...], un conjunto de actitudes abusivas y reiteradas que menoscaban la dignidad y la integridad física de la persona”.
El derecho francés permite, por otro lado, una regulación, si se quiere aplicar, como en el caso de los Testigos de Jehová. Pero la respuesta de las sectas es obvia: deciden instalarse en otro lado, se llevan el problema a otro lugar y se ponen fuera del alcance de la ley.
En algunos países poco o nada reglamentados, o que han sufrido una desregulación reciente, los grupos sectarios son recibidos con los brazos abiertos, no por su doctrina, sino por sus capacidades, su poder económico y las repercusiones económicas y financieras que pueda tener su implantación. Estas expectativas resultan a menudo ficticias.
Sin embargo, las resistencias siguen siendo insuficientes y las reacciones a veces difíciles. Imaginemos un sector profesional “innovador” sustentando en una creciente demanda popular, que responda a una necesidad determinada y en una rama no comercial. Por ejemplo, los productos biológicos.
¿Qué pasaría si un grupo sectario con muchos recursos y una importante red de influencias labrada gracias a préstamos de “economía solidaria” se hiciera con el control de este mercado? Imaginémonos ahora que financia discretamente a agricultores hartos de un sindicalismo principalmente dedicado a la defensa de los grandes productores de cereales. Imaginemos, por último, que la agricultura “alternativa” que desarrolla sea la única, o prácticamente la única, inmune a la epizootia. ¿Quién reaccionará con facilidad? Desde luego que no será el Ministerio de Agricultura, obligado a apoyar, muy a su pesar, a un sector al alza; tampoco los sindicatos agrícolas tradicionales, que serían acusados ya definitivamente de venderse a los productivistas proveedores de OGM y priones; ni siquiera los partidos políticos, todos más o menos financiados o influidos.

CAPÍTULO 2

PARTIDOS Y LÍDERES POLÍTICOS BAJO INFLUENCIA
Las empresas sectarias surgieron en la década de 1970. Hoy en día la mayoría de ellas son transnacionales. Nos topamos con características copiadas a las multinacionales pero usadas con fines mafiosos tanto en las empresas que dependen de la Cienciología a través de WISE, como en los bienes raíces o las empresas de los Testigos de Jehová o en las colectas de fondos africanos de la AMORC.
Como en el caso de la mafia hay pues una construcción piramidal, estructuras de red, empresas fantasma, a menudo también recursos acumulados en bancos de paraísos fiscales. Ya se sospecha que esos mismos bancos, de nacionalidad luxemburguesa o suiza, blanquean dinero de la droga, del tráfico de armas, de grupos terroristas. Por esa razón, podrían salir próximamente a la luz los vínculos entre diversos sectores mafiosos y los movimientos sectarios. Hoy en día, no se dispone de suficiente información para probar la existencia de esos vínculos. Tras los acontecimientos del 11 de septiembre, las operaciones llevadas a cabo contra movimientos islamistas permitieron que Alemania confirmara esas alianzas sobre territorio alemán, gracias a sus servicios de inteligencia.
La movilidad de sus capitales, la deslocalización potencial casi inmediata de sus estructuras europeas, la seguridad garantizada de sus sedes sociales en Estados Unidos o en Asia permite que las sectas se hayan adaptado especialmente bien a panorama emergente de la globalización, en el que la rapidez y la opacidad de montones de estructuras es un factor clave para logra deslizarse dentro de este nuevo modelo de organización económica.
Gracias a las conexiones que han logrado establecer a través de redes de influencia económica, intercambio de favores y discretas ayudas, las sectas se van convirtiendo en todas partes en lobbies ineludibles. En Estados Unidos, el lobbying está en marcha, y el peso de la Cienciología, en particular, es evidente, incluso en las instancias internacionales, como la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa). En otros países, el lobbying mantiene quizás una apariencia más discreta sin ser por eso menos eficaz. La Cienciología se ha filtrado en el torno de Vladimir Putin: ¿consejos económicos o políticos? Cuando su influencia se hizo demasiado flagrante se le exigió mayor discreción.
El lobbying más peligroso es el que se lleva a cabo en los países menos desarrollados. Albania entera, por ejemplo, estuvo a punto de pasar por el aro de la Cienciología, que le prometía financiaciones y la reconstrucción del sistema educativo, desde parvularios hasta la universidad. La propuesta incluía la formación de cuadros políticos. Habían ministros implicados en ese contrato, que afortunadamente no llegó a ver la luz.
El peor peligro de infiltración proviene de los rock states, Estados minúsculos y a menudo insulares sin verdaderos recursos pero con derecho a voto en las Naciones Unidas. Aproximarse a ellos puede significar una oportunidad clave para obtener una representación oficial y avalada. Ocurre lo mismo con la UNESCO, por medio de ONG que de este modo se labran impunemente una posición “respetable”. No hace falta decir que esas siglas les garantizan subvenciones e ingresos diversos.
Las técnicas para constituirse en lobby eficaz son variables. Podemos determinar cinco tipos de métodos que se utilizan.
EL CAMUFLAJE
Los grupos sectarios avanzan detrás de otras asociaciones, detrás de sus empresas, detrás de capitales difusos de procedencias aparentemente distintas.
Las víctimas de estas infiltraciones no tiene ninguna conciencia de ellas y cuando caen en la cuenta suele ser demasiado tarde. Resulta difícil, por tanto, contrarrestar la influencia sectaria.
En primer lugar porque siempre es incómodo reconocer los errores propios, reconocer que se ha sido víctima de un engaño, como también resulta difícil explicar públicamente la manipulación, si no se quiere decepcionar a los militantes o ser el hazmerreír de los demás grupos económicos, políticos o asociativos.
En Francia, el ejemplo más claro está en partidos formados en torno a una miríada de asociaciones locales, sin ideología política común, que no verifican el contenido de sus estatutos ni sus apoyos. Se han convertido en presas fáciles. Aun cuando en privado reconocen sus dificultades son determinados grupos que han identificado como sectarios, les cuesta romper con ellos.
Movimientos como ATTAC podrían conocer esta situación de infiltración. Su condición de federación de asociaciones absolutamente diversas lo convierte en el blanco típico de los movimientos sectarios en busca de implantación. El objetivo de ese movimiento no es llevar a cabo investigaciones estatutarias, ideológicas o financieras. Pero lo cierto es que al final pueden sumarse a él los mismos movimientos que se pretende combatir.
Las sectas también pueden infiltrar estructuras médicas o paramédicas. Tal es el caso d la profesión no reglamentada de los psicoterapeutas, y de los grupos antivacunas. El consejo de la Orden de los médicos estimaba en 1998 que 3.000 médicos estaban bajo influencia sectaria.
En el contexto paramédico se aprecia muy bien hasta qué punto tienden las sectas a orientarse hacia sectores legítimos. El área de los cuidados paliativos, es decir, la atención a los moribundos, existe tanto en los hospitales como a domicilio e implica tanto a personal sanitario (médicos, enfermeros, psicólogos) como a voluntarios. A finales de la década de 1990 lo acapararon por completo los Testigos de Jehová y la Cienciología. En este caso, se puede entender la falta de controles previos y que los servicios hospitalarios o de hospitalización a domicilio no hayan llevado a cabo ninguna investigación. Hoy en día, ejercen esos controles para evitar potenciales captaciones de herencia o actos de proselitismo dirigidos a familiares de luto. Siguen los pasos de los Consejos Generales que, tras constatar el número desproporcionado de mujeres pertenecientes a los Testigos de Jehová que se postulaban al estatuto de nodrizas habilitadas, adoptaron medidas muy severas. Las candidaturas proselitistas no se rechazan en nombre de una policía del pensamiento sino en virtud de un principio de precaución. Ha quedado atrás la ingenuidad de la década de 1980.
La Comisión de investigación parlamentaria de 1999 propuso enmendar, a instancias del diputado J.-P. Brard, la legislación sobre la financiación de los partidos políticos, basándose en la experiencia de la participación del Partido de la ley natural en las elecciones legislativas de 1993 y 1997. Se planteaba condicionar la primera fracción de la ayuda presupuestaria anual a la obtención de cierta cantidad de votos en las anteriores elecciones legislativas, y también de reservar el acceso a la campaña radiotelevisiva a las formaciones políticas que hubieran designado a un representante nacional apadrinado por un número mínimo de representantes locales electos.
También preconizan medidas para la organización del sector de asuntos sociales y de la salud. Si no se trata a tiempo el problema de la infiltración, el peligro es que se produzca una revelación. Lo que permanecía camuflado sale bruscamente a la luz y dificulta reacciones que inevitablemente llegan demasiado tarde.
La reacción se convierte entonces en una reacción de salvaguardia. Valga el ejemplo de la vigorosa reacción americana contra la clonación. Los raelianos, implantados desde hace algunos años en Canadá, tras huir de Francia, donde el fisco los había tratado de modo inquisitorial, y denunciados por dos informes parlamentarios franceses y uno belga, crearon una empresa biotecnológica, CLONAID®, cuya dirección encomendaron a una bioquímica francesa, la doctora Brigitte Boisselier, obispo de la religión raeliana.
La pagina web precisa:
Rael, el fundador de una organización llamada Movimiento Raeliano que afirma que la vida sobre la Tierra fue creada científicamente y en laboratorio por extraterrestres cuyo nombre, ELOHIM, aparece en la Biblia hebraica –palabra mal traducida como “dios”- y que afirma asimismo que la resurrección de Jesús se debió, de hecho, a una clonación llevada a cabo por los ELOHIM, anuncia hoy que él y un grupo de inversores han creado una empresa llamada Valiant Venture Ltd., que ofrecerá un servicio llamado CLONAID® destinado a ayudar a los padres que deseen tener por hijo un clon de sí mismos. Este servicio brinda magnifica oportunidad a los padres con problemas de fertilidad o a parejas homosexuales de tener como hijo a su propio clon, La compañía, con sede en Bahamas, planea construir un laboratorio en un país en el que la clonación humana reproductiva sea legal y ofrece sus servicios a los padres ricos del mundo entero. En una primera etapa, CLONAID® subcontratará la ejecución de la clonación a los laboratorios existentes. La compañía puede también patrocinar a laboratorios americanos que trabajan sobre la clonación humana y a los que el presidente Clinton cortó las subvenciones estatales. CLONAID® hará pagar el módico precio de 200.000 dólares por sus servicios de clonación. La clonación reciente de la oveja “Dolly” en Escocia ha demostrado que ya se dispone de la tecnología necesaria y abre la posibilidad de llevar a cabo la operación. La directora científica de CLONAID®, la doctora Brigitte Boissilier, no cree que eso suponga ningún problema moral. “¿Quién se escandalizará hoy en día por devolver a la vida a un niño de 10 meses muerto accidentalmente? La tecnología lo permite, los padres lo desean y yo no veo en ello ningún problema moral”, afirma. Rápidamente, la empresa abandona las Bahamas (por presiones de medios franceses, dice Rael en su página web) y se instala en Nevada. ¿Es para estar más cerca de los laboratorios americanos interesados en la práctica de la clonación? ¿Para ejercer un lobbying más activo? ¿Por qué el primer niño que se va a clonar es el bebé de un abogado de la región? La historia no lo dice, pero Rael es pese a todo recibido en el Congreso para intervenir en el debate sobre la clonación.
Muy poco después, el Congreso americano y el presidente Bus rechaza la clonación humana: la operación ha fracasado. La revelación del aspecto sectario ha terminado disuadiendo al Gobierno y al Congreso americanos y ha provocado un sobresalto ético.
Lejos de desanimarse, Rael propone dos nuevos servicios: “INSURACLORE®”, que por 50.000 dólares extrae y almacena las células de una persona querida a fin de crear un clon en caso de muerte prematura. Como dice Rael:
La clonación logrará que la humanidad alcance la vida eterna. La siguiente etapa consistirá, como los ELOHIM, con sus veinticinco mil años de ventaja científica, en clonar directamente a una persona adulta sin tener que pasar por el proceso de crecimiento y transfiriéndole sin embargo su memoria y su personalidad. Y nos despertaremos después de la muerte en un nuevo cuerpo, como si hubiésemos pasado una buena noche de sueño.
En segundo lugar, OVULAID® ofrece óvulos a las mujeres por un precio “tan módico como 5.000 dólares (más los honorarios en concepto de transplante)”. Cada cual elegirá a su hijo en un catálogo e incluso podrá conocer a las candidatas. Muchas jóvenes adeptas de Rael han mostrado su disponibilidad a ceder su matriz o sus óvulos al gurú.
La reacción americana no ceja, ya que la misma página web explica que la sociedad de las Bahamas Valiant Venture Ltd. Se ha disuelto y que una nueva compañía ha empezado el trabajo.
Por razones de seguridad obvias el nombre de esta compañía se mantiene en secreto, al igual que el emplazamiento del laboratorio. La compañía en cuestión no acepta ningún encargo o pago hasta que la clonación de ese primer bebé se haya llevado a cabo con éxito. Pero tiene una lista de espera de varios cientos de clientes potenciales. Si están ustedes interesados, transmitiremos sus pedidos a esta compañía y serán agregados a la lista. Los precios son sólo indicativos y referidos a un proyecto. Por ahora no se aceptará ningún pago. Es probable que tras el primer éxito, se seleccione a los siguientes clientes con un sistema de subasta, para que las sumas recabadas mediante este criterio económico sirvan para desarrollar una técnica que más adelante beneficiará a todos.
¿Respondía ese criterio a un mero camelo, como tiende a demostrar el reportaje de TF1 que comparaba el laboratorio de la doctora Boisselier de Nevada con un “laboratorio de colegio”?
¿Un laboratorio secreto por ser inexistente? ¿O era secreto por disponer de verdadera capacidad operativa?
¿Y qué pensar del cambio de tono en la cuestión de los precios? ¿Habrá tenido que hacer frente a una rebelión interna por ofrecer soluciones tan sólo a los “padres ricos”? ¿O será más bien que el secretismo y la renuncia a tarifas desorbitadas se deben al creciente interés del Estado Federal por este francés, nacionalizado canadiense, decididamente emprendedor?
HACERSE INDISPENSABLE
La manera más directa es seguir el segundo método de lobbying. Se basa en una red económica bien montada y una sociedad poco resistente. El ejemplo típico es el Japón, donde la Soka Gakkai detenta cada vez más el poder político a través de su partido, el Komeito.
Ni siquiera situándose en el contexto japonés se puede negar la condición de “maquina de influir” de la Soka Gakkai. Creada en la década de 1930, resistió al poder militar y se inspira en un budismo reformista (llamado budismo de Nichiren, reformador del siglo XIII), con el que rompió definitivamente al final de la década de 1980 bajo la dirección de Daisaku Ikeda.
Este budismo social, que en otras latitudes se calificaría de “populismo”, emplea todos los instrumentos necesarios para ejercer influencia. Su patrimonio económico y sus activos en la economía japonesa son poco conocidos aunque muy importantes, teniendo en cuenta los medios de acción con los que cuenta. La Soka Gakkai edita un periódico de seis millones de ejemplares, el Seiko Shinbum. Ha abierto universidades no sólo en Japón, sino también en Estados Unidos y Francia (Centro Universitario de Trest). Ha logrado forjar, gracias al mecenazgo cultural, una audiencia, en Asia y en Francia, donde ha comprado y convertido en museo la casa de Víctor Hugo en el sur de Île-de-France. Organiza coloquios “mundiales” en lugares prestigiosos e invita a ciertos intelectuales que van a ponerse progresivamente al servicio de sus fines, puesto que les paga sus viajes o sus trabajos de documentación.
En 1994 creó un partido político, el Komeito (“partido por un gobierno limpio”), alrededor del confuso tema de la “tercera civilización”, que puede interpretarse como la tercera era del budismo o del Japón, tras la primera era que representan la era Meiji y la primera Constitución nipona, y la segunda era de la Constitución impuesta en 1946 por los ocupantes americanos y vigente hasta hoy.
Para el Komeito, “la nueva civilización debe consumar la armoniosa unión del espiritualismo y el materialismo, del capitalismo y el socialismo”. Esta terminología recuerda al primer programa de los fascistas italianos de 1919 o al programa nacional-socialista alemán anterior a 1932.
El partido, que se auto proclama de centro-izquierda y que los analistas califican más bien de centro-derecha por su constante apoyo a los gobiernos conservadores, se muestra muy crítico con la Constitución japonesa de noviembre de 1946.
El Komeito es la expresión política de una mezcla de elementos religiosos, patrióticos y políticos. En el plano político, promueve esencialmente el establecimiento de una “democracia budista” más parecida a una teocracia que a una genuina democracia. Como patriota que es, critica con violencia la excesiva dependencia de Japón respecto a Estados Unidos y aboga a un acercamiento a China. No hay que deducir de esto ninguna afinidad con la doctrina marxista. En efecto, se pondría con dureza a la extrema izquierda se ésta intentara tomar el poder. Partidario de la unificación del mundo bajo los auspicios de la Soka Gakkai, el partido se pronuncia a favor de mantener el desarme general japonés. Es hostil al mantenimiento del sistema de partidos y ha manifestado su deseo de reforzar la cámara alta y revisar la ley electoral, reforma parcialmente neutralizada en 1996 por el único gobierno japonés socialista de la posguerra.
El objetivo del Komeito, el restablecimiento de la teocracia, puede resultar a largo plazo peligroso. Fomenta sentimientos violentamente antidemocráticos que ciertos dirigentes han expresado y desarrolla métodos más bien persuasivos –se le acusa de utilizarlos para lograr adherentes-, métodos de reclutamiento masivo orientados a los segmentos sociales pobres, a quienes promete ventajas y beneficios inmediatos.
El Komeito, que despierta ciertas desconfianza en la opinión pero dispone de una clientela muy fiel, aglutinada en torno al núcleo duro de la Soka Gakkai, obedece a motivaciones muy concretas. Pertenecen a sus filas, dentro de la actual coalición conservadora, el ministro de la “Reforma constitucional” y, en la Cámara alta, el presidente de la Comisión de las leyes. La reforma política que lleva tanto tiempo preconizando está en marcha.
EL PAPEL DE GRUPOS IDEOLÓGICOS
Se trata de coaliciones aparentemente heterogéneas que brindan su apoyo a grupos sectarios porque sus intereses coinciden puntualmente. El interés manda sobre las consideraciones de clase y las posiciones ideológicas, decían los marxistas. Hemos visto cómo esas coaliciones veían la luz con el propósito muy explícito de echar atrás la ley About-Picard y a personalidades insospechadas echarse en brazos de la Cienciología.
Los temas esgrimidos son variados}: desde la post-modernidad hasta el temor a revoluciones o al la evolución de la sociedad; desde la protección de las minorías oprimidas hasta la idea de que las ovejas descarriadas volverán finalmente al redil, pasando por la defensa de una concepción de la libertad como derecho a hacer cualquier cosa y probarlo todo en contra de la democracia. Los objetivos, en cambio, son comunes: que las sectas prosperen, se desarrollen y hagan un trabajo que ninguno de esos componentes podría asumir por sí solo.
PAPELES AMBIGUOS DE LA IGLESIA
En los treinta años de historia que tiene ya la lucha antisectaria, la Iglesia ha desempeñado, en Francia y en el extranjero, un papel ambiguo o, más exactamente, varios papeles. Los oscuros vericuetos de la diplomacia vaticana no constituyen para el historiador ninguna novedad, pero con un papa mediático como el actual, que parece mantener un discurso homogéneo, la cosa parece complicarse. Podría decirse simple y llanamente que la Iglesia tiene un pie en cada bando, de modo que siempre se encuentra del lado ganador.
La Iglesia lucha por la defensa de los derechos humanos y no de la ortodoxia; se tata de una característica original francesa puesto que en Alemania o Grecia, por ejemplo, las Iglesias nacionales o mayoritarias luchan por condenar la heterodoxia. Está la figura emblemática de P. Jacques Trouslard, consejero afable y riguroso de todos los movimientos antisectas. Descubrió el fenómeno en la secta de Saint-Elme, y desde entonces ha militado incansablemente, aportando todos sus conocimientos y testimoniando ante los tribunales.
Se ha convertido en un blanco habitual de otros representantes institucionales de la Iglesia o por lo menos de la Conferencia episcopal de Francia, que mantienen un discurso más tibio. Éstos alimentan la idea de que todos estos adeptos, seducidos por una espiritualidad de baja estopa, acreditan no obstante una verdadera demanda espiritual que tarde o temprano los conducirá al regazo romano. Los miembros canadienses de Infosect comparten, o al menos compartían, esa posición, al igual que algunos fundadores de las ADFI [Asociaciones de Defensa de las Familias y del Individuo]. También es la posición de un gran diario de la tarde cuyo editorialista religioso adopta una actitud más bien favorable a lo que él ve como una “nueva religión” o “movimiento espiritual”, o la de ciertos sociólogos de la religión.
También se da el caso de un apoyo menos explícito a las sectas, como Tradición-Familia-Propiedad o, en Francia, la Oficina Cultural de Cluny, que pese a ser condenada por dos informes parlamentarios y tras haber perdido sus subvenciones sigue recibiendo el apoyo de algunos jerarcas católicos.
El discurso sobre los grupos carismáticos es bastante impreciso. “Se denomina movimiento carismático (o renovación carismática) a la rama católica de un fenómeno que, sesenta años después de la fundación de las sectas pentecosteses, llamadas actualmente históricas, quiere revitalizar los carismas personales, como en la época de los primeros cristianos, y afecta, en distinta medida, a la mayoría de las grandes Iglesias”. San Pablo enumera en su Epístola a los corintios I, 13-14, los dones carismáticos:
El poder de curar, el de operar milagros, el discernimiento de los espíritus, la capacidad de hablar idiomas (glosolalia) o el don de interpretar el mensaje de la glosolalia que se resisten a toda clasificación y son manifestaciones espontáneas y esporádicas del Espíritu Santo. El movimiento carismático adquirió gran importancia en Europa y especialmente en Francia, tras el auge de un movimiento americano surgido en 1969.
Desde Pablo VI es competencia exclusiva de los obispos y depende de las diócesis el que estos grupos florezcan o no. Pero algunos generan problemas.
Tras intentar acallar el escándalo provocado por la publicación de Les naufragues de l’Esprit, libro cuyos testimonios abrumadores de adeptos o ex adeptos de estos movimientos demostraban los comportamientos delictivos de estos grupos de tendencia sectaria, la Iglesia ha tenido que hacer frente a denuncias de familias por la horrible suerte que corrieron los “adeptos” que vivían en comunidad dentro de grupos reconocidos y apoyados.
La ambigüedad también es política. El grupo más controvertido, y jamás señalado en Francia como grupo sectario, el Opus Dei, nació en las filas del fascismo y posteriormente del franquismo españoles. El discurso elitista, el reclutamiento social, la firme obediencia y el secreto obligatorio sobre la pertenencia han propiciado que algunos den el paso y se atrevan a hablar del Opus Dei como una secta. En cualquier caso, lo que pone de manifiesto el caso del Opus Dei, como antes el de los integristas de Écone o, en otra medida, los scouts del Padre Cottard, es la fragilidad de la relación de algunos católicos con la Republica, que de hecho no reconocieron hasta 1923. Para ciertos católicos la democracia no constituye un valor y “la pordiosera”* redujo el poder temporal de la Iglesia con la ley de 1905. Este discurso de retorno al pasado empieza a extenderse incluso entre intelectuales por demás moderados.
LA COMPLEJIDAD PROTESTANTE
Algunos elementos pueden aclarar la posición actual del protestantismo. Hay que recordar, para empezar, la complicada historia del protestantismo en Francia. Víctima de las guerras de religión, el protestantismo obtuvo en 1598, gracias al Edicto de Nantes, un estatuto privilegiado que se fue erosionando hasta ser revocado en 1685 por Luis XIV en nombre de la unidad del reino. Muchos hugonotes huyeron, y los que se quedaron se dividieron más o menos en dos bandos: los resistentes escondidos y exiliados del interior tras la guerra de los “Camisards” en 1702 y los que aceptaron una conversión forzada y mantuvieron la fe en su foro interno. Sin ahondar en los célebres análisis de Sombart o de Max Weber, puede decirse sucintamente que el protestantismo se desarrolla en el mundo de la mano de los valores de la Revolución industrial y de la filosofía de la Ilustración. En el siglo XIX, los protestantes encarnan en Francia lo que se llamará “laicidad”, es decir, el confinamiento de las creencias religiosas en la esfera privada.
Pero por eso mismo el protestantismo tenderá a disolverse, a perder visibilidad. Jean Baubérot escribe:
El protestantismo francés cuenta con unos 800.000 adeptos (entre reformados, luteranos, baptistas, pentecosteses), a los que hay que sumar un millón y medio de protestantes independientes o simpatizantes, es decir, un 4,3% de la población francesa. El protestantismo vivió la opresión de una sociedad marcada por el modelo de la “cristiandad”, pero se sumó en cambio activamente al proceso laicista, tanto en lo referente al problema de la escuela como, más recientemente, en temas de sexualidad, especialmente por sus posiciones sobre el control de la natalidad. A principios de la década de 1960 sus movimientos juveniles sostenían tesis que se adelantaban al Mayo del 68, pero en 1971 la Federación protestante de Francia publicó un documento titulado Église et pouvoirs que tachada de “inaceptable” a la sociedad actual, lo que provocó grandes controversias internas en la Federación.
En efecto, el protestantismo estalla y se divide en dos federaciones, la Federación protestante de Francia (confesiones tradicionales y protestantes liberales) y la Federación evangélica de Francia, compuesta por movimientos impregnados de cultura norteamericana. Hay cada vez menos puntos en común entre la HSP y los born again recién convertidos y proclives a expresar de modo expansivo su alegría de ser cristianos. Los más numeroso, que suelen ser también se extracción social más humilde, son pentecosteses:
La doctrina de los pentecosteses pone el acento en al obtención del don de lenguas o en la cura divina (divine healing). Suelen distinguirse por su estrechez de miras dogmática (fundamentalismo), su proselitismo agresivo, los sectores sociales entre los que reclutan (clases sociales desfavorecidas), y por la atmósfera de exaltación que reina en sus campañas de evangelización y sus cultos.
Ésta nos recuerda en alguna medida a la división histórica entre los controvertidos monárquicos y la prédica del “desierto” de los profetas de Cévenne.
Este contexto puede aclarar las posiciones que defendió Jean Arnold de Clermont, representante de la Federación protestantes de Francia, en el debate parlamentario. Reivindicó la tradición de libertad religiosa de los protestantes, pese a que, como hemos indicado, no se trata de religión sino de dinero; así evitaba que los fundamentalistas o revivalistas de todo pelaje lo desplazaran del primer lugar.
Apenas unas semanas después, Jean Arnold de Clermont expresaba su espanto ante las manifestaciones del fenómeno religioso americano. Quizás haya sopesado mejor la importancia de actualizar la defensa de nuestras instituciones laicas.
LAS OSCURAS IDEAS DE LA EXTREMA DERECHA
Los vínculos entre la extrema derecha y ciertos grupos sectarios son cosa conocida. La extrema derecha apoya a toda clase de movimientos por razones ideológicas o financieras: movimientos neotemplarios, rosacrucistas, desviaciones del catolicismo como la Misión de Ares o la “Contrarreforma” del abbe de Nantes, por no insistir en la ideología fascistoide de la Nueva Acrópolis.
Ideológicamente, lo que les une es el anticomunismo o, genéricamente, el miedo a una revolución social. La figura emblemática es Moon, cuya Iglesia de la Unificación sirve de altavoz al anticomunismo surcoreano. Financia partidos, como el Frente Nacional francés en las elecciones europeas de 1984, o personas, como George Bush padre, antes y después de su presidencia (sus ciclos de conferencias).
El estímulo de las redes africanas de la AMORC también es el anticomunismo, al igual que la secta chilena Colonia Dignidad, favorable al golpe de Estado de Pinochet.
El caso de la Antroposofía es más complejo: las relaciones de los antropósofos con el régimen hitleriano de los inicios son indiscutibles (Rudolf Hesse era antropósofo) y en la Alemania actual quedan huellas de ese pasado “indigesto”. Eso ha hecho que algunos puedan hablar de fascismo verde para poner de manifiesto las relaciones entre los antiguos miembros del Partido Nacional Socialista Alemán y la Liga de protección de la naturaleza de la RFA. Y aunque las escuelas Waldorf Steiner protesten en Francia alegando que no imparten las doctrinas racistas de Steiner, lo cierto es que se han constatado deslices, especialmente en los Países Bajos.
LA EVOLUCIÓN DE ALGUNOS PROGRES DEL 68
Es cierto que tampoco se pueden negar los vínculos de este movimiento con el izquierdismo: en la época posterior al Mayo del 68, las ideas románticas sobre la educación rousseauista, una escuela “alternativa” (ésa era al menos su pretensión) y el desarrollo de los niños por medio de actividades artísticas, condujeron a muchos padres contestatarios a elegir escuelas Steiner para sus hijos. Hoy en día les cuesta mucho aceptar lo que escriben la MILS o Paul Ariès, pese al clamor de los padres que han denunciado el caso ante el procurador de la República. Estas escuelas están vinculadas, sobre todo, a la galaxia antroposófica. Los médicos que atienden a los niños son antropósofos, los productos que se venden en las escuelas son Weleda, y además del costo de la matrícula, los padres de los alumnos reciben constantes peticiones de dinero. Se margina a niños “demasiado activos” considerando que tiene problemas de “karma”.
Estos vínculos con mutaciones del izquierdismo se han desarrollado y perpetuado en torno al tema de la economía “solidaria”. La NEF, Nueva Economía Fraterna, intenta convertirse en un banco. Pero este organismo, en el que desembocan pequeños y grandes afluentes de la antroposofía entera, es también (o lo ha sido) uno de los padrinos económicos de ciertos elementos “verdes”, incluidos ciertos grupos ATTAC. Tras la publicación de los informes de la Asamblea Nacional y de la MILS, algunos de esos grupos decidieron tomar sus distancias con la NEF.
Anne-Marie Morelli ha expresado esa ambigüedad en un coloquio organizado por El Libre Pensamiento en 1998: “Más valen cincuenta sectas que una única Iglesia”. Defender a las sectas permite, dejando de lado sus posibles contribuciones logísticas y de personal, poner en tela de juicio instituciones retrógradas como las grandes Iglesias y acatar a la democracia “burguesa”. Entre las personas más o menos prosectarias encontramos gente que no gusta recíprocamente pero termina compartiendo intereses comunes.
EL CESNUR Y LA BATALLA DE INTERNET
El sociólogo canadiense Stephen Kent, uno de los pocos intelectuales norteamericanos que han adoptado posiciones claras sobre los grupos totalitarios que son las sectas, habla del papel de un organismo privado europeo, el CESNUR. Anima este “centro de estudios de las nuevas religiones”, con sede en Turín, un personaje pintoresco, el doctor Massimo Introvigne. A la vez abogado y universitario, ya que reivindica los cursos que imparte en la Universidad Vaticana, tiene muchas relaciones con movimientos sectarios sudamericanos, a través de la Allianza Catholica. El grueso de su actividad, al menos desde 1996, consiste en animar este prolífico centro de estudios, cuyo principal miembro es él mismo.
Introvigne testimonia en procesos y vistas orales por todo el mundo, y las conferencias de la organización atraen a sabios y personalidades –a veces influyentes- relacionadas con los derechos humanos.
El CESNUR, que de otro modo sería una oficina sin importancia, ha apostado fuerte por Internet. Cualquier búsqueda sobre la cuestión sectaria e independientemente del “buscador” de Internet empleado, termina siempre en la página web del CESNUR. Su apariencia seria lo convierte en una referencia para periódicos y revistas universitarias. Sin embargo, no es una mera asociación universitaria, sobre todo teniendo en cuenta que Introvigne mezcla en su página web posiciones ideológicas con una búsqueda consistente de información. [...] Compromete a la investigación universitaria con su adhesión sectaria [...], y preconiza tesis doctrinarias que favorecen a grupos como la Cienciología.
EL STAR SYSTEM
Los grupos sectarios han asimilado la sociedad del espectáculo o el Estado espectáculo que se denunciaron en la década de 1970. El ejemplo más conocido es el de la Cienciología con sus estrellas y sus Celebrity Centers. Stephen Kent explica el fenómeno de las relaciones entre Cienciología, espectáculo y política, una constante del mundo político americano:
Las relaciones entre políticos y famosos de Hollywood tienen ya varias décadas de historia, y en la época de McCarthy fueron tensas. Mejoraron nuevamente con la administración del presidente Kennedy, tanto porque uno de sus cuñados, Peter Lawford, era actor, como porque el mismo Presidente mantenía estrechas relaciones “personales” con diversas estrellas (entre ellas, Frank Sinatra y Marilyn Monroe). Durante la guerra de Vietnam la relación volvió a tensarse (varios famosos se mostraron críticos), pero la elección de un veterano de Hollywood, Ronald Reagan, a la presidencia en 1980 vino a demostrar que las desavenencias entre actores y políticos habían sido enterradas hacía mucho tiempo.
El presidente Bill Clinton (elegido en 1992) fue el primer hijo del baby-boom, generación criada en la cultura televisiva popular norteamericana, en llegar a la Casa Blanca. Le gustaban las películas y las estrellas. También muchas de estas le tomaron cariño y su afecto mutuo ha generado gigantescos réditos económicos, en forma de contribuciones económicas y donaciones, primero para el candidato y después para el presidente. En efecto, todos los candidatos políticos de éxito y muchos de los políticos con ambiciones tienen que hacer su peregrinación a la “Meca del Cine” por razones de dinero. Algunas estrellas acumulan fortunas tan fabulosas que acaso no puedan llegar a gastar nunca. Pueden invertir grandes sumas, por tanto, en causas sociales y políticas y conseguir de paso interesantes deducciones fiscales para sus portentosas ganancias. Con el tiempo, las campañas políticas americanas se han encarecido mucho y sólo los ricos –o sus relaciones- pueden postular candidaturas a cargos federales. Shmoozing con famosos forma ya parte de la vida política americana normal. Además de la riqueza, las estrellas tienen un producto que los políticos quieren conseguir a cualquier precio: la atención de las cámaras. La que verdaderamente buscan los famosos bajo los focos y los políticos, siempre en campaña, es la atención del público.
Kent prosigue su análisis explicando que Hubbard, fundados de la Cienciología, supo interpretar esta tendencia de la sociedad americana: Se demuestra que desde la década de 1950 en adelante la Cienciología desarrolló programas para captar famosos. Hubbard comprendió el papel clave que desempeñaban los líderes de opinión y calculó, por tanto, las ventajas potenciales de enrolarlos como portavoces de su organización. A principios de la década de 1990, los herederos de Hubbard eran capaces de capitalizar a los famosos de la organización como portavoces ante los comités gubernamentales clave. Las élites del mundo del espectáculo de la Cienciología entraron en algunos de los mismos círculos que frecuentaban las élites políticas nacionales y crearon relaciones tan simbióticas como parasitarias. Para la organización de la Cienciología, estas relaciones constituían bienes muy preciados.
Así explica la extraordinaria profusión de artistas en torno a la Cienciología y sus ataques al gobierno alemán:
El acontecimiento más incendiario protagonizado por famosos fue sin duda la “carta abierta” al canciller Helmut Kohl en enero de 1997, que comparaba el trato dispensando por el gobierno alemán a la Cienciología con la persecución nazi de judíos antes de la Segunda Guerra Mundial.
Muchos de los 34 famosos de Hollywood que la firmaron mantenían estrechas relaciones con los exponentes más reconocidos de la Cienciología: John Travolta y Tom Cruise. Los funcionarios alemanes recibieron la carta con irritación (en un gesto que los honra, tanto el Departamento de Estado como el secretario de Estado repudiaron sin embargo la comparación con los nazis, al igual que el investigador de las Naciones Unidas sobre libertades religiosas). [...] Estos incidentes sirvieron para que los alemanes (y también los franceses) tomaran conciencia de que la política exterior americana de derechos religiosos hacia sus países había cometido excesos bajo el influjo de los muchos críticos llaman inteligentemente Scientologywood.
En Europa y Francia las relaciones entre espectáculo y política son por ahora menos intensas. Eso no es óbice para que la Cienciología busque y encuentre colaboradores, hasta ahora todo en medios deportivos. Y aunque el Ministerio de la Juventud y los Deportes ha hecho grandes esfuerzos para formar a sus cuadros, los que siempre han seguido útilmente la formación han sido los empleados del sector juventud y educación popular. Sigue subestimándose el peligro de infiltración sectaria en medios deportivos.
En Francia las cosas dependen más bien de intelectuales mediáticos. Muchos grupos intentan convencer y corromper a universitarios que demasiado a menudo creen estar más allá de todo responsabilidad colectiva. * Así solían llamar despectivamente (“la gueuse”, en francés) los reaccionarios católicos a la república francesa o a su símbolo femenino, Marianne. (N. Del t.)